6 infidelidades que la reina Isabel II perdonó en 71 años de matrimonio
Sabemos que con la reina Isabel II el deber es antes que el placer y como jefa de la iglesia anglicana por supuesto el divorcio nunca fue una opción para ella.
La posibilidad de generar un escándalo mayúsculo con una separación nunca la contempló, en cambio prefirió soportar con gran estoicismo las infidelidades de su marido antes que generar una crisis mayúscula en el Reino Unido y su iglesia.
Según se dice, la reina de Inglaterra ha ignorado las aventuras amorosas del padre de sus cinco hijos. Además, al final el Duque de Edimburgo siempre volvía a Palacio.
Daphne du Maurier, la escritora
Estaba casada con el lugarteniente Frederik Arthur Motague Browning, quien trabajaba en el oficiaba del Duque de Edimburgo. Fue ahí donde surgió el flechazo, estando ambos casados.
Ella era una conocida escritora cuyas obras inspiraron películas como Jamaica Inn y Los Pájaros de Alfred Hitchcock.
Su carácter abierto e inteligencia aguda fueron dos de los atractivos que le atrajeron al esposo de la reina. Daphne era 14 años mayor que Felipe, lo cual era todavía más atractivo para él que siempre le gustó rodearse de mujeres mayores.
Pat Kirkwood, la actriz
Su romance con el el esposo Isabel II llegó a la prensa de aquella época lo que enfureció al rey George VI, su suegro.
Pat era una actriz muy recurrente en los cabarets donde interpretaba papeles algo atrevidos. Fue durante una de sus presentaciones en el London Hippodrome cuando un amigo de Felipe los presentó en su camerino.
Según la crónica social de aquella época, Pat y Felipe cenaron y desayunaron juntos. Lo cual fue todo un escándalo sin embargo ellos siempre lo negaron.
Hèléne Cordet, la empresaria
De origen francés, Hèléne también provenía de una familia noble de Francia. La relación con esta francesa siempre fue muy diferente al de sus otras amantes.
Felipe se desvivió por ella, siempre la apoyó en su carrera como actriz e incluso la ayudó abrir un cabaret. Pero lo más sospechoso de esta relación es que la convivencia era tan cercana que el día de su boda fue Felipe quien la llevó al altar y también ejerció de padrino de los dos hijos de la actriz, Louis y Max, quienes estudiaron en el mismo colegio que los hijos barones del Duque de Edimburgo, Carlos Andrés y Eduardo.
La prensa inglesa mucho ha comentado estas coincidencias e incluso no falta quien asegura que Louis y Max son hijos fuera del matrimonio del esposo de la Reina.
Alexandra de Kent, la prima política
Felipe de Edimburgo siempre llegó muy lejos en cuanto sus infidelidades, sin importarle absolutamente nada más que su deseo de divertirse.
La princesa Alexandra de Kent es nada más y nada menos que la prima-hemana de Isabel II, 11 años menor que la soberana y dama de honor de la Reina en su boda con el Duque de Edimburgo.
Patricia Kluge, la bailarina de origen dudoso
Ella dominaba el arte de la danza del vientre y trabajó en algunos de los centros nocturnos más conocidos de Liverpool. También probó suerte en películas porno donde dejó claro que tenía cierto talento que atraía a importantes hombres de negocios como su esposo, el multimillonario estadounidense John Kluge.
Su posición privilegiada como Señora de Kluge, la colocó en los principales círculos sociales de toda Europa.
Se sabía que John por complacer a su esposa hacía todo lo inimaginable como pagas 50 mil libras esterlinas para que Patricia pudiera hacer uso de las caballerizas de Sandringham, residencia de invierno de la Reina.
Fue ahí donde coincidió un día con Felipe con el que vivió un gran amorío a escondidas de su esposo. John sin saber nada de lo anterior invitaba a Felipe a su residencia de Escocia y a su rancho de Virginia. Cuando supo, inmediatamente pidió el divorcio, mismo que se concretó en 1990.
Lady Penny Brabourne, su gran amor
El Daily Mail aseguró que el buen semblante y la salud de hierro de Felipe de Edimburgo se le debe a Lady Penny.
Felipe y Lady Jenny se conocieron en un partido de polo donde participaba el Duque de Edimburgo entonces de 55 años y ella de 22.
Poco tiempo después Lady Penny se casó con Lord Brabournem, ahijado del esposo de Felipe, pero como Lord también era gran aficionado a las faldas, el matrimonio no prosperó.
Fue cuando la relación entre Felipe y Lady Penny fue afianzándose al punto de convertirse en amantes.
A la presa del país inglés ha sorprendido que Isabel II no sólo sabe de la existencia de la amante de su marido sino que no tiene problema en convivir con ella.
Según personas cercanas citadas por el Daily Mail la reina está consciente de que los hombres tienen ciertas necesidades y eso no significan que quieran menos a sus esposas por lo que acepta la existencia de esta amante que al día de hoy, sigue pasando largas temporadas con Felipe.
Hay incluso varias fotografías de la pareja con esta mujer de una clase exquisita.