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Alberto de Bélgica, obligado a practicarse test de ADN para aclarar paternidad

La justicia belga ordenó a Alberto II, de 84 años, someterse a una prueba de ADN para aclarar si es padre de Delphine Boël, quien ha luchado por ser reconocida desde 1999.
lun 05 noviembre 2018 01:40 PM
Alberto de Bélgica
Alberto de Bélgica junto a la reina Paola.

Esta historia no es nueva, de hecho tiene ya casi 19 años en el ojo público. Todo comenzó cuando el antiguo rey de los belgas confesó una infidelidad en pleno discurso navideño del año 1999. Sí, como regalo envuelto de traición a su esposa, la reina Paola, reconoció públicamente haber tenido una relación extramatrimonial con la baronesa Sybille de Selys-Longhamps.

Pero la revelación no se dio por casualidad, sino por la presión mediática que se desató dos meses antes, en octubre, a raíz de la publicación del libro “Paola, de la dolce vita a reina” del periodista Mario Danneels.

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En éste se desvela la existencia de una cuarta hija del soberano, la joven escultora Delphine Boël.

Alberto y Sybille se conocieron en Atenas cuando ya ambos estaban casados e iniciaron una amistad que desembocó en romance. La comunicación era fluida e incluso Alberto convivía mucho con Delphine sin embargo un día que Sybille fue sometida a una operación de corazón, su hija llamó al entonces rey que explotó gritándole “¡Deja de llamarme! ¡No eres mi hija!”. En ese momento la comunicación se rompió entre ellos.

Por su parte, Alberto y Paola son padres de tres hijos, su primogénito, el rey Felipe de Bélgica (58 años), y los príncipes Astrid (56 años ) y Lawrence (55 años).

A pesar de haberse hecho pública la historia en 1999, Delphine no prosperó en sus intentos legales por reclamar su lugar ya que por aquellos años el antiguo rey de Bélgica contaba con inmunidad por su status de soberano. Pero cuando, el 3 de julio de 2013, Alberto anunció su abdicación en favor de su hijo Felipe que ocupó el trono el 21 de ese mismo mes, el escenario fue otro.

Delphine Boël
Delphine Boël

Ese mismo año, Delphie no perdió el tiempo y volvió a los tribunales sin embargo la demanda fue rechazada en primera instancia por lo que decidió apelar. También se practicó una prueba de ADN para demostrar que Jacques Böel, marido de su madre, no era en realiad su progenitor.

Ahora, esta mañana, parece que Delphine está más cerca de su objetivo, pues el Tribunal de Apelación de Bruselas dictaminó que el rey emérito de los belgas y padre del actual rey Felipe tiene solamente tres meses para practicarse la prueba de ADN y se aclare, finalmente, todo este asunto que ya cumple 5 años en los tribunales de este país.

Y aunque la joven escultora ya ha dado un gran paso para ser reconocida como hija legítima de Alberto de Bélgica y así poder disfrutar de la herencia familiar, se sabe que Alberto todavía puede recurrir al Tribunal de Casación, última instancia de la justicia.

Los próximos meses serán determinantes y sin duda el rey emérito tendrá puesta toda la atención sobre él. ¿Podrá demostrarse la verdad pese a las influencias reales? Ya se verá.

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