La familia real británica celebró su primera boda gay

Lord Ivar Mountbatten, primo de la reina Isabel II y descendiente de la reina Victoria es el primer miembro de la realeza en contraer matrimonio con una persona de su mismo sexo. El fin de semana, Lord Ivar se casó con el amor de su vida, James Coyle, con quien sale desde hace dos años.

El primo de la reina Isabel estuvo casado con Penelope Thompson cerca de 16 años. Durante su matrimonio tuvieron tres hijas y desde que él les dio a conocer que tenía un romance con Coyle, las cuatro mujeres le dieron su apoyo de manera incondicional. Incluso, su ex esposa lo acompañó hacia el altar como si fuera una especie de madrina porque creía que hacerlo era algo muy importante para el nuevo marido del lord Ivar.

“Quiero hacerlo por James, ya que él no ha estado casado. Yo no necesito casarme porque ya lo he hecho y tengo unas hijas maravillosas, pero creo que es importante para él”, aseguró Lord Ivar según palabras de Peeny, en una entrevista para Daily Mail.

En la misma entrevista, el hombre aseguró que desde se casó con Penelope en 1995, ella sabía que él sentía atracción por ambos sexos y desde entonces, ella lo ha apoyado y comprendido.

“Antes de casarnos, Penny ya conocía que…me atraían ambos sexos. Siempre me ha comprendido y se lo agradeceré eternamente”, añadió el royal.

A la recepción realizada el fin de semana pasado en la capilla de Bridwell Park asistieron cerca de 60 invitados, quienes cambiaron los regalos por donaciones en nombre de los novios a una asociación benéfica para pacientes con lesión de médula espinal.

El príncipe Eduardo, hijo de la reina Isabel fue uno de los grandes invitados de la pareja, ya que él los ha apoyado muchísimo. No obstante, por cuestiones de agenda no pudo acudir, mientras que la princesa Margarita sí fue una de las asistentes a la boda.

Los recién casados se conocieron hace dos años mientras esquiaban en Verbier, el mismo lugar en el que se enamoraron la princesa Eugenia y Jack Brooksbank. Aunque el lord no pertenece de manera cercana a la familia real británica, sí tiene un lugar lejano en la sucesión al trono, una situación histórica que no perdió al casarse con James.