La mayor prueba de afecto que la reina de Isabel tuvo con su única hermana

Margarita era conocida por su pueblo como la princesa triste. La hija del rey Jorge VI y hermana de la reina Isabel II que tuvo que sacrificar su amor por un divorciado en aras de la obediencia a la familia real.

Sin embargo, lejos de guardar rencor de por vida, Margarita amaba a su hermana y era correspondida, a pesar de los escándalos que después protagonizó y que pusieron en el ojo de los chismes a la casa real británica.

Hay algunos testimonios que lo confirman, como el de Andrew Duncan, el reconocido escritor de la vida de los Windsor, quien acaba de revelar la conmovedora visión que la princesa Margarita tenía de su hermana mayor.

"Mi hermana tiene un aura. Estoy enormemente impresionada cuando entra en una habitación. Es una especie de magia. A mi humilde manera, siempre he tratado de quitarle algo de su carga”, le dijo Margarita a Duncan a fines de la década de los años 60, y él no lo había revelado en alguno de sus libros, entre ellos el más famoso, The Reality of Monarchy (1973).

"Ella no puede hacerlo todo, y aprovecho la oportunidad para ayudar. A veces puede ser muy formal y aburrida, pero tengo un escudo contra eso ahora”, decía Margarita a sus 39 años .

La princesa nació en 1930 y tras su amor frustrado con el capitán capitán Peter Townsend (que era divorciado) se casó en 1960 con el fotógrafo Anthony Armstrong-Jones, con quien tuvo dos hijos, David, conde de Snowdown, y lady Sarah.

Sin embargo parece que no era muy feliz y se le conocieron algunos amantes. El más importante de ellos fue Roddy Llewellyn, a quien conoció en 1973 y era 23 años menor que ella.

Pero aquí empieza la segunda parte de la historia entre Isabel II y Margarita porque la reina toleró las declaraciones afiladas de su hermana (una vez aludió a la discapacidad de un arquitecto que remodelaba su casa) y sus escándalos. Margarita llevaba una vida social activa, bebía y se relacionaba con otros hombres, sobre todo en los años 60.

Quizá Isabel II lo hacía luego de aquella renuncia de Margarita a su gran amor, a inicios de los 50, el punto es que, de lo que se sabe, la reina siempre protegió a su hermana y aún más, aceptaba el romance de ella con el joven Roddy a pesar de que propició el divorcio de Margarita en 1978 y por tanto se convirtió en la primera divorciada de la familia real.

Al final, Roddy terminó con Margarita para casarse con otra mujer. A la princesa no se le volvieron a conocer novios o amantes. La princesa triste, como la conocía el pueblo, falleció en 2002.

En el documental Elizabeth: Our Queen, una mujer llamada lady Anne Glenconner dice que ella presentó a Roddy con Margarita cuando él tenía 26 años y ella 43, sin embargo: “Después del funeral de Margarita, la reina me dijo: ‘Solo quería decirte, Anne, que aunque a veces resultara difícil, te agradezco que presentaras a la princesa Margarita y a Roddy porque eso la hizo muy feliz’”.

Esta quizá es la prueba mayor del afecto que la reina de Inglaterra tuvo a su única hermana.