Kate y Meghan, ¿bajo la sombra de Lady Di?

Este aniversario 21 del fallecimiento de la princesa Diana es un buen momento para mirarla con relación a Kate y Meghan, las esposas de sus hijos. Lady Di murió de 36 años, actualmente Kate tiene la misma edad y Meghan acaba de cumplir 37.

Cuando Kate Middleton se casó con el príncipe William, el primogénito de Lady Di, se decía que era la nueva Diana y hoy que Meghan Markle hizo lo propio con el príncipe Harry se escucha lo mismo.

Ambas tienen a Lady Di como antecedente inmediato no sólo por su rol en la familia real sino por su trascendencia mediática, pero ¿en qué se parecen las tres? ¿En qué son totalmente diferentes? Te lo contamos.

Causas sociales

Diana rompió esquemas al involucrarse en la ayuda a los demás como no había sucedido antes en la familia real británica, más allá de acudir a eventos de beneficencia. Destaca su apoyo a la lucha contra el sida, que en la época que a ella le tocó ser princesa de Gales era una de las enfermedades más graves.

Con este gran precedente, tanto para Kate como para Meghan el ejemplo y el camino de la labor social está más que allanado. En este aspecto la esposa de William ha realizado un trabajo más de agenda social porque antes de casarse con él no había trabajado en algo así, sin embargo como royal se ha enfocado en los niños y en los trastornos mentales que padecen.

Desde niña, Meghan hizo trabajo y declaraciones a favor de la equidad de género, algo que su rol como actriz potencializó, por eso se le considera una activista en pro del feminismo, aunque también ha luchado por otras causas, entre ellas apoyar a las personas sin hogar y denunciar la falta de agua en varias regiones del mundo.

Formas de ser

Diana pasó de ser una joven tímida a una mujer desenvuelta que supo desarrollar su carisma natural. Con su personalidad, logró hacer grandes amigos que la apreciaban, muchos de ellos son personajes famosísimos como Elton John o los integrantes del grupo Duran Duran, uno de sus favoritos, algo que a Kate ni por asomo le ha interesado (o no ha logrado hacer) y menos Meghan, lo cual sorprende siendo una actriz con varios años de carrera.

Kate siempre ha sido una mujer segura de sí misma. Tuvo su época de andar de antro durante la universidad aunque casi siempre lo hizo con su entonces novio William, pero nada que no sea común en una mujer joven. Con el paso de los años fue asumiendo su rol de novia y luego de esposa del segundo heredero, esto aunado a un carisma que si bien no es tan rotundo como el de Diana, le ha valido tener encima los ojos del mundo.

Meghan está más que acostumbrada a las cámaras y a mostrar su mejor cara siempre, no en balde llevaba 16 años en el mundo del espectáculo hasta antes de casarse con Harry. Además, ese mundo nunca fue extraño para ella gracias a sus padres, que trabajaban en la industria de Hollywood. A diferencia de ella, Kate y Diana tuvieron que aprender en el camino a convivir con la fama mundial.

Estilo

A Diana le tocó perfeccionar aspectos en su rol como princesa y logró evolucionar tanto en su manera de relacionarse como en su estilo al vestir. No es que lo hiciera pésimo cuando era joven, sin embargo los vestidos de sus primeros años como esposa de Carlos reflejaban un look aniñado y hasta soso que nada tuvo que ver con la mujer sofisticada –que imponía tendencias– en la que se convirtió.

En este tema la que se ha mostrado siempre como experta es Kate , quien desde joven tenía el toque para saber elegir sus outfits y lo perfeccionó cuando pasó a formar parte de la familia real, al grado de que siempre es correcta y se ve fabulosa. Además, procura usar vestido y no pantalones como, dicen, le gusta a la reina Isabel II. Esa cualidad se ve hasta en sus hijos, quienes lucen siempre adorables y hasta combinados con ella y con William cuando aparecen juntos.

Meghan no tiene un mal estilo, al contrario. Y como duquesa ha mostrado una evolución al ser asesorada por su amiga y fashion stylist Jessica Mulroney, a quien conoció en sus años grabando la serie Suits en Canadá. Un punto importante a su favor es que ha roto ciertos “esquemas” no escritos en la familia real a la hora de vestir, pues ella sí ha usado pantalones, aparentemente, sin provocar la molestia de la reina Isabel II.

La reina

Y a propósito de esta última, al parecer ha aprendido a ser más tolerante con las esposas de sus nietos, William y Harry, más que con la esposa de su hijo mayor, Carlos. Siempre se ha hablado de que a Isabel II no le parecían algunas actitudes de Diana, así que podemos imaginar cómo se habrá puesto cuando ella y Carlos se divorciaron.

Con Kate las cosas han sido muy tranquilas salvo la vez que se publicó su foto después de una caída andando en patines en una fiesta y además usando shorts. Eran los tiempos de la universidad de la duquesa, pero después de eso su comportamiento ha sido ejemplar, además los medios británicos dicen Kate es muy obediente de lo que le gusta a la reina en cuanto a la vestimenta.

En este marco a Meghan le tocó la mejor parte, pues últimamente se han publicado artículos que hablan de algunas actitudes de la reina hacia ella que hacen pensar que es consentida sobre Kate. De hecho, Isabel II la llevó sólo a ella a un acto oficial en Escocia y en todas las fotos se ven muy sonrientes.

Es cierto que Kate y Meghan están brillando con luz propia, que tienen años por delante para mostrarnos más de sus cualidades, que cada una tiene su propia personalidad y son diferentes a Lady Di, sin embargo la sombra de esta última seguirá un tiempo más sobre ellas porque aún sigue siendo objeto de admiración y fascinación de millones de personas en el mundo.