Mette-Marit de Noruega, cada vez menos popular

Cuando se pensó que todo el pasado obscuro de Mette-Marit había quedado atrás y que la popularidad de la pareja real de Noruega, Haakon y Mette-Marit, iba en acenso, se publicaron resultados que demostraron lo contrario.

La princesa Mette-Marit sigue perdiendo popularidad y es que según una encuesta hecha por un medio noruego a 1,103 habitantes entre los 18 y los 60 años, se llegó a la conclusión de que el trabajo que lleva a cabo la Familia Real es solamente aceptable.

Pero parte de los resultados no favorecen a la esposa de el príncipe Haakon, Mette-Marit. Esto es debido a que sólo el 5% de los encuestados asegura que la mejor figura de la Familia Real para representar a Noruega es Mette-Marit. Esto dicen que es debido a que la princesa y futura Reina no toma de manera seria su labor institucional y continuamente busca excusas para no asistir a los actos públicos.

Se cree que después de todo el esfuerzo que se hizo por parte de la pareja y la Familia Real para que diera el ancho de una princesa debido a su turbio pasado , ahora ella ha olvidado eso y ha dejado a un lado ese papel que tanto trabajo le costo conseguir. Por esto y su cambio de actitud a lo largo de los años ha perdido de cierta forma el respeto que el pueblo noruego le tenía.

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Aunque se ha hablado que la Casa Real Noruega es la monarquía más querida y aceptada por su pueblo, el príncipe Haakon y futuro Rey no se queda muy atrás en las encuestas. Solamente el 21% de los encuestados cree que el heredero cumple a la perfección con su papel.

Hay que considerar que el padre de Haakon y actual monarca, el rey Harald, junto con su esposa han sabido encontrar esa conexión con su pueblo y por lo tanto el 40% de los mismos encuestados cree que lleva de manera correcta su papel como Rey de Noruega y por lo tanto es un digno representante del país, se sienten orgullosos de él.

Se dice que la pareja real, Haakon y Mette-Marit, no se ha dado cuenta que algún día ellos serán los reyes de Noruega y que por lo tanto dejan esos deberes en un segundo plano. Cuando llegue su momento de subir al trono, ¿será demasiado tarde para corregir el camino?