Por amor, estas royals cambiaron de religión
Bien dicen que la fe mueve montañas y en este caso no es la excepción. De hecho, varias personalidades y miembros de las diferentes familias reales han dejado a un lado sus creencias religiosas por un futuro a lado de una persona con otra creencia. Algunas de estas princesas son:
Letizia de Asturias: antes de ser relacionada con el príncipe Felipe de Asturias, Letizia le hizo saber al mundo que era una atea y que antes de eso solo era católica social, según una tía de Letizia, ya que solo acudía a dichas celebraciones cuando había que hacerlo. Pero al aceptar contraer nupcias con el Príncipe Felipe, provinente de una monarquía católica, la Princesa tuvo que volverse practicante.
Ahora no nada más vive y educa a sus hijas en un ambiente católico sino que aceptó ser la Camarera de Honor de la imagen de Nuestra Señora de la Amargura de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Barbastro (Huesca).
Reina Sofía: La entonces princesa Sophia de Grecia, se educó en bajo la religión ortodoxa, pero el ser hija del Rey de Grecia no evito que tuviera que cambiarse de religión para estar a lado de su ahora esposo, Don Juan Carlos. Ahora Sofía tuvo que renunciar a su religión para poder ser reina de los españoles y convencer al General Franco de que era digna para ello.
Se dice que Franco no sentía ningún tipo de empatía con la ahora Reina por ser ortodoxa y porque su padre era masón. Pero poco a poco se fue ganando a Franco y este aceptó su boda con Juan Carlos I, en mayo de 1962 en Atenas mediante tres ceremonias: una católica en la Catedral de San Dionisio Areopagita, la segunda por lo civil en el Palacio Real de Tatoi y la última por el rito ortodoxo en la Catedral Metropolitana de Atenas.
Kendra Spears: Ahora mejor conocida como la princesa Salwa Aga Khan. La entonces modelo norteamericana, Kendra, tuvo que cambiarse el nombre a Salwa Aga tras contraer matrimonio con el príncipe Rahim, segundo hijo del líder espiritual de los musulmanes ismaelitas nazaríes (Islam).
Su nueva condición real no sólo le obligaba a abandonar su profesión como modelo sino que también debía abrazar la religión de los Aga Khan si quería formar parte de la familia. Ella no fue la excepción en la historia de los Aga y aceptó estos cambios en su vida por el hombre al que ama. En dicha familia hay muchas ex modelos ya que tiene tendencia a buscar reinas de belleza.
Mary de Dinamarca: Es de dominio público que la Princesa de Dinamarca nació en Australia y que por lo tanto creció con la creencia y religión presbiteriana. Pero el amor que le tenía al Príncipe Federico que conoció en un bar, decidió cambiar su nacionalidad y religión. Con su matrimonio decidió convertirse a la Iglesia Luterana Evangélica, de la cual ahora es una fiel más y ahora ella su esposo y sus cuatro hijos viven y crecen bajo esa religión.
Charlene de Mónaco: Ella al igual que las antes mencionadas han tenido que hacer lo necesario en cuestiones religiosas para poder estar a lado de su príncipe azul, Alberto de Mónaco. Charlene, nacida en Sudáfrica se crió bajo las creencias protestantes pero una vez que tuvo que decidir entre su príncipe y su religión decidió escogerlo a él. Por lo tanto hoy la Princesa de Mónaco junto con su esposo practican la religión católica.
A pesar de que algunas cambiaron todo por ellos, ellas fueron las que supieron mantener su religión y estar a lado del hombre a quien aman:
Kate Middleton: La ahora Duquesa de Cambridge es una de las mujeres y futuras esposas de reyes que supo manejar la cuestión religiosa y su matrimonio. Las autoridades anglicanas de Reino Unido se alertaron cuando se enteraron que el príncipe Guillermo tenía intención de contraer matrimonio con una católica.
Según una ley de 1701 en Reino Unido esta prohibido que los miembros de la casa real se casen con católicos. Una cuestión que se llevó en numerosas ocasiones a las cámaras legislativas para su modificación, ya que es discriminatoria al no hacerse mención en ella a otras religiones como el islamismo o el judaísmo. Finalmente, el nieto de Isabel II llevó al altar a Kate, sin importarle la religión que practicaba.
Máxima de Holanda: La entonces argentina ha logrado mantenerse firme en sus convicciones religiosas. Debido a su matrimonio con el ahora Rey Guillermo Alejandro, tuvo que cambiar su nacionalidad por la holandesa pero su religión no la cambió. Tras dar el sí en una ceremonia religiosa, volvió a darlo bajo lo estipulado por el protocolo. Se casó en una ceremonia religiosa del protestantismo
En el caso de Máxima la cuestión religiosa no tuvo mayor repercusión y, a excepción de las críticas de los protestantes conservadores, no hubo mucho ruido y peros ya que no sería la primera royal católica de Holanda.
Matilde de Bélgica, Estefanía de Luxemburgo y Mettet-Martit de Noruega: no han tenido que cambiar ni nombre ni religión por amor o por poder estar con el futuro rey. Las tres mantienen la misma religión que su marido, en el caso de Matilde y Estefanía ambas son católicas y ambas tuvieron la oportunidad de haber nacido en el seno de familias afines a las de sus esposos. Además, son las únicas princesas europeas que no son de procedencia plebeya, ya que sus apellidos son de herencia noble. En el caso de Mette-Marit también tiene la misma religión que Haakon, ambos pertenecen a la Iglesia de Noruega evangélica luterana. Para ella, la polémica no le vino por la cuestión religiosa, sino por la desinhibida adolescencia que disfrutó en sus años de soltería y por su estatus de madre soltera.