La novia del príncipe Enrique recibe trato especial en Palacio
La estable relación que mantienen Enrique de Inglaterra con Cressida Bonas desde hace poco más de un año ha llevado al Príncipe a garantizar el libre acceso de su pareja al palacio de Buckingham, convenciendo al equipo de seguridad de que la joven debería poder entrar y salir del recinto cuando le apetezca y sin la necesidad de contar con su compañía.
"Cressida se ha quedado con Enrique muchas noches durante las últimas semanas, por lo que cree que ya es hora de que su novia pueda entrar y salir de palacio cuando le apetezca sin tener que estar siempre acompañada por él. Han hablado con los guardias de seguridad y, en cuestión de minutos, ha conseguido que Cressida pueda utilizar tres vías de acceso. Lo que de verdad quiere Enrique es que Cressida se sienta cada vez más cómoda en el seno de la familia real, que se vaya integrando progresivamente y que no tenga vergüenza a la hora de comportarse como su novia", señaló una fuente a la revista Grazia.
A pesar de que varios allegados a la pareja aseguraban antes de Navidad que Cressida había decidido poner fin a su relación con el Príncipe -por culpa de los falsos rumores de boda-, las mismas fuentes parecen confirmar ahora que la pequeña crisis sentimental está más que solventada y que ambos están tan enamorados como siempre.
"Cressida se agobió en plena época navideña. Los rumores sobre una posible boda le superaron y por eso empezó a cuestionar todo lo relacionado con su vinculación a la familia real. Declinó la invitación de la Reina para acompañarles el día de Navidad en Sandringham y, en su lugar, prefirió escapar del país para pasar las vacaciones con su hermana Isabella. Creo que Cressida sólo necesitaba tomarse un respiro. Enrique se comportó de una manera increíble con ella, entendió perfectamente sus motivos y le ofreció todo su apoyo", apuntó el mismo informante.
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cd