Así fue la pre-boda de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo
Este fin de semana se celebra una de las bodas más esperadas del año, y es que se trata del compromiso Real de Andrea Casiraghi y Tatiana Santodomingo, que aunque ya se habían casado por una ceremonia civil en Mónaco el verano pasado, el viernes comenzaron los festejos de tres días acompañados de la familia de la Tatiana; los Grimaldi y sus invitados más exclusivos, sobre todo amigos de la pareja.
La primera noche consistió en una fiesta de fondue, clásico suizo de la que los asistentes disfrutaron en las montañas nevadas de Gstaad, Suiza en el poblado de Eggli. De acuerdo con el portal español "Ideal", uno de los más lujosos restaurantes alojó la velada, lugar que presume las vistas más espectaculares de los Alpes.
Son alrededor de 300 invitados los que se darán cita el día de hoy a partir de las siete de la tarde en el Monasterio de Rougemont, lugar que de acuerdo con diferentes fuentes, Tatiana eligió por su valor sentimental, ya que fue criada en Suiza parte de su infancia.
Con una forma de festejar fuera de todo protocolo, después de la cena, los novios y sus huéspedes se deslizaron por las pistas de esquí del poblado, portando antorchas en honor a la unión real. Asímismo, como un detalle diversión, la fiesta fue de disfraces inspirada en los 60, con tema de "La Pantera Rosa".
Entre los invitados especiales de la noche figruaron Pierre Casiraghi y su novia, Beatrice Borromeo, así como Alejandra de Hannover y por supuesto Carlota Casiraghi, entre muchos otros que se unirán a la celebración el día de hoy, como el diseñador Valentino que vestirá a Tatiana, así como Bianca Brandolini, Eugenie Niarchos, Noor Fares, Margherita Missoni, Dana Alikhani, Francesca Versace, la princesa alemana Elisabeth von Thurn, el príncipe y la princesa Pierre e Silvia d´Arenberg, la socialité italiana Bianca Brandolini, entre otros.
Debido a las bajas temperaturas el código de vestimenta incluyó prendas de "fur", largos abrigos y botas de piel, el atuendo adecuado para disfrutar de una noche de brindis compartiendo la alegría con los novios en sus unión Real.