En plena tormenta, ¿cómo viven los Urdangarin?
El día de hoy, la infanta Cristina fue imputada por evasión de impuestos y lavado de dinero en el Caso Nóos, y fue llamada a declarar el próximo 8 de marzo a las 10 de la mañana. Ante la decisión del juez que lleva el caso, José Castro, la Casa Real expresó su “máximo respeto por las decisiones judiciales”.
Miquel Roca, abogado de la infanta, señaló que buscará la imputación de la decisión del juez, por lo que presentará una apelación ante la Audiencia de Palma para evitar que tenga que ir a declarar la Infanta. Además aseguró tener los argumentos necesarios para demostrar la inocencia. Mientras tanto la infanta Cristina, después de oír la noticia, decidió seguir con su vida normal. Llevó a sus hijos al colegio y de ahí se fue a su oficina.
Por otro lado, el año pasado, la Infanta se mudó a Suiza con sus cuatro hijos a trabajar después de las tradicionales vacaciones que toma la familia real y tras haber pasado tres años en Washington. La decisión fue tomada debido al escándalo que rodea a su familia, y en general a la monarquía española, que actualmente sufre la peor crisis de popularidad en cuatro décadas.
La decisión de la Infanta fue por la necesidad de alejar a sus hijos del bombardeo mediático y social que provoca el caso de corrupción en el que está involucrado su esposo Iñaki Urdangarín y de cierta manera ella y la familia real. Ahora, la Infanta Cristina de 48 años, ex gerente de programas de la base social del grupo catalán finanzas CaixaBank, coordina desde Ginebra los programas de asistencia humanitaria que desarrolla junto con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Relacionadas:
La Infanta Cristina, imputada por lavado de dinero
Nombre del Rey Juan Carlos implicado en el caso Urdangarin
De igual manera, desde 2012 las hijas del Rey no están incluidas en las felicitaciones navideñas oficiales, en especial el matrimonio Urdangarín, que incluso está fuera de la agenda de actos de la Casa del Rey, debido a los múltiples escándalos por el caso Nóos. Pero no se quisieron quedar atrás y la familia mandó su tradicional tarjeta navideña. Como desde hace ya algunos años los protagonistas de la foto fueron sus cuatro hijos: Juan, Irene, Pablo y Miguel.
A juzgar por el fondo de la fotografía, se cree que el momento fue capturado en Suiza, lugar donde residen la Infanta con sus hijos. Todos firmaron la tarjeta, pero lo que más llamo la atención fue la firma de Iñaki Urdangarin ya que firmó como Duque de Palma. Un título cuestionado ya que se le ha apartado de la Familia Real e incluso se ha hablado de quitarle el título.
Al parecer desde su cambio de residencia, sus hijos ingresaron a una escuela privada en Suiza. Se cree que es el École Internationale de Ginebra, Ecolint, uno de los más prestigiosos centros escolares. La Grand Boissere es el campus del Ecolint de Ginebra y está considerado como uno de los 20 centros escolares más prestigiosos del mundo y tiene capacidad para 1,900 alumnos. Estudiar en él cuesta 30.000 euros al año por alumno, un precio al cual se le debe añadir la inscripción y tasas para el mantenimiento de las instalaciones. El precio no incluye ni la comida, ni el transporte, ni el material educativo que necesitarán los cuatro hijos de la Infanta.
En Ginebra, la familia Urdangarin reside en un lujoso penthouse que se dice tiene 6 habitaciones. Al parecer su nueva residencia esta en una de las áreas más importantes de Ginebra, La Cité, un lugar perfecto para descansar de los paparazzi.
A pesar del escándalo mediático en el que se ha visto inmersa la Infanta, se estima que la hija del Rey de España gastará como mínimo 480.000 euros al año, donde se estima que 120.000 sean del colegio de sus cuatro hijos, 60.000 destinados al alquiler de la casa, y el resto, más de 300.000, se invertirán en su seguridad privada.
Aunque hasta el día de hoy ni ella ni Urdangarín han sido acusados formalmente de ningún delito, ambos han sido imputados en el caso y por lo tanto son parte de una investigación como parte del caso de evasión impuestos y lavado de dinero, Caso Nóos.
La infanta Cristina y los niños residirán allí, mientras que Iñaki repartirá su tiempo entre Ginebra y Barcelona, donde mantendrá su residencia para poder atender las necesidades de su defensa en el proceso judicial del Caso Noos, que se espera llegue a su fin este año.