Letizia la nuera incómoda
La noticia de que el príncipe Felipe se casaba con una mujer divorciada que no pertenecía a la aristocracia y se negaba a usar tiara a pesar de estar comprometida, como es la costumbre, no hizo gracia a muchos. Con el tiempo, Letizia Ortiz ha cometido más errores que la han distanciado no sólo del pueblo español, sino principalmente de su suegro, el rey Juan Carlos. Nadie se había atrevido a decirlo abiertamente por temor a herir a la familia real, hasta el 4 de agosto pasado, cuando la periodista Carmen Rigalt, en su columna “Testigo impertinente” del periódico El Mundo, lanzó al aire la pregunta: “¿Por qué el Rey no se habla con Letizia?”, lo que desató una serie de especulaciones por parte de la prensa internacional. “Quizás el Rey no ha superado la contrariedad inicial que supuso el matrimonio del heredero con una periodista. Es una conclusión poco o nada rigurosa, pero facilona. Se le puede ocurrir a cualquiera. No existe ningún enfrentamiento entre suegro y nuera. Simplemente, ausencia de feeling. Y eso se nota”, contestó la misma Rigalt a su pregunta. Se dice que Juan Carlos, de 69 años, muy rara vez dirige una mirada o una palabra a su nuera en público o en privado, mientras que la reina Sofía, de 68 años, suele ponerse del lado de ella, como para intentar mediar la situación.
Por su parte, Jaime Peñafiel, periodista, escritor y experto en realeza, agregó: “Creo que el Rey no le habla sencillamente porque existen razones familiares y sentimentales difíciles de aceptar en una futura reina de España, aunque sea consorte”. Sin embargo reconoció que lo más lógico sería que el monarca no le dirigiera la palabra a su hijo, que fue quien decidió casarse con ella el 22 de mayo de 2004. Lo que es un hecho, y lo hace notar Rigalt, es que en las fotografías se nota que Letizia, de 35 años, y Felipe, de 39, están como en una burbuja separada de los demás; ellos en su mundo, mientras la Reina trata de mezclarlos en pro de la unión familiar. Incluso, la prensa especula que la princesa de Asturias ha tratado de separar a su esposo de los Borbones, algo que por supuesto no le cae nada bien al Rey, y que tiene un carácter tan autoritario que la servidumbre del palacio de la Zarzuela la llama “La Jefa”.
Letizia divide a los Borbón
Allegados a la familia comentan que la Princesa tampoco se lleva muy bien con sus cuñadas, Elena y Cristina, de 43 y 42 años respectivamente. “La primera (Letizia) no tiene empacho en darles la espalda y las segundas (las infantas) corresponden sin dirigirle la mirada”, aseguró Pilar Eyre, autora del libro Secretos y mentiras de la familia real.
La escritora cree que Juan Carlos se ha puesto del lado de sus hijas, lo que ha originado tensión en la casa real. La distante relación entre Letizia y sus cuñadas nunca ha sido un secreto. Basta recordar el penoso episodio de julio de 2005, cuando estaba por realizarse el bautizo de Irene, la hija menor de la infanta Cristina. En ese entonces Letizia, con cinco meses de embarazo, le propuso a su cuñada ser la madrina de bautizo de la pequeña, pero los Urdangarín diplomáticamente declinaron la petición y en su lugar invitaron a Rosario Nadal (esposa de Kyril de Bulgaria). Se dice que la Princesa ha intentado acercarse a Cristina sin éxito. Con Elena la situación ha sido un poco más fácil, pues aunque ella y Letizia no son las grandes amigas, conviven más. Incluso, la Infanta la apoyó moralmente durante su embarazo y en los difíciles momentos que vivió a raíz de la pérdida de su hermana Érika Ortiz. No obstante, es un hecho que el hijo de los Marichalar, Froilán, perdió popularidad con el nacimiento de la infanta Leonor.
El bikinazo
Por si fuera poco, a todo lo que ha vivido Letizia se sumó otra mala jugada del destino: en verano de 2007 unos paparazzi la captaron en bikini, fotos que fueron publicadas por la revista ¡Hola!. Las imágenes provocaron un escándalo en España, ya que la única vez que había pasado fue en los años 70, cuando se publicó un retrato de la reina Sofía en traje de baño. En las fotos aparecían Letizia y su suegra platicando en el barco real El Fortuna durante unas vacaciones en la isla balear de Cabrera, lo cual demuestra que hay una relación cordial entre ellas. En los tres años que llevaba de casada con Felipe, es la primera vez que la Princesa es captada en bikini. Quizá se confío porque estaba en una zona restringida por su valor medioambiental y porque el lugar estaba custodiado por la seguridad real y el ejército. Letizia ha tenido que pagar un precio muy alto por su descuido, ya que además de estar en boca de todos por “ordinaria”, las especulaciones sobre si podrá convertirse en la reina adecuada para España están a la orden de día.