Alejandro y Darío: la nueva generación de actores mexicanos y los retos a vencer
Alejandro Speitzer y Darío Yazbek nos hablan de cómo viven la actuación en el mundo actual y la proyección que les han dado las redes sociales y nuevas plataformas
Tener una voz que escuchan millones de personas a nivel mundial es un gran logro, pero también es un gran reto y una enorme responsabilidad. De ello nos hablaron los actores mexicanos Alejandro Speitzer y Darío Yazbek durante la tercera mesa de diálogo en el primer día de Quién 50, que reconoce a los personajes que transforman a México.
En este panel, presentado por María Torres Clausell, nuestra editora general, y conducido por Miguel Mier, Global Chief Operating Officer de Cinépolis,los actores hablaron de los retos que enfrentan, su compromiso y la relación que llevan con las redes.
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“Yo les tengo mucho miedo a las redes sociales, no les voy a mentir”, reconoció Darío Yazbek. “Creo que se han vuelto algo que no sabemos muy bien a dónde nos está llevando, creo que estamos en un barco sin timón y hay que tener mucho cuidado en cómo nos relacionamos con ellas porque son falsas.
“Lo que crean alrededor de ellas puede ser muy peligroso o muy positivo. Creo que hay que tener mucho cuidado y saber muy bien discernir y no olvidarnos que una red social es eso, una red social, no es una especie de dictamen que tenemos que seguir y hay que sabernos separar un poco y saber dónde empieza nuestro pensamiento y dónde termina la red social”.
En cambio, Alejandro Speitzer aseguró que las redes le han permitido tener una gran cercanía con el público.
“En mi caso, el lado positivo es que tienes esta oportunidad de estar cerca del público, poder tener esa retroalimentación cuando estrenas un proyecto. De repente encontrarte con mensajes de gente que conectó con tu personaje me parece muy especial. También está el lado hate, que me da un poco de pena porque creo que vivimos tiempos difíciles en los que hace falta mucha unión y eso nos divide, no aporta nada”.
Sobre sus carreras, Darío Yazbek, gran triunfador en la edición 2020 del Festival Internacional de Cine de Venecia con la película Nuevo Orden, dejó muy claro que es muy cuidadoso con el tipo de proyectos y personajes que elige.
“Hay que estar muy conscientes de nuestras acciones y qué consecuencias tienen y ser responsables de ello. Bajo esos ojos, también como actor, hay que escoger esos personajes de esa forma porque no sólo es el personaje, también es el proyecto.
“Uno nunca sabe cómo va a ser la reacción, cómo se va a leer, cómo lo va a tomar la gente. Sin embargo, el poder que uno tiene dentro de lo que está leyendo sí es muy importante. Si a mí me llega un personaje que es un estereotipo, como celebrando actitudes machistas o cosas con las que no estoy de acuerdo, no lo podría tomar. Obviamente, si hay una crítica dentro de la historia, entonces sí. Sin embargo, creo que hay que tener muy claro qué efecto podría tener y cómo se podría leer la película y también es importante ver qué quiere decir el director y el guión, a dónde quieren llevar todo eso y también hay una parte mía que quiere hablar de este tema. Hay que tener mucha responsabilidad”.
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En cambio, Alejandro Speitzer, quien este año se colocó a nivel nacional e internacional gracias a las series Oscuro Deseo y Alguien tiene que morir, dijo que confía en la inteligencia del público para que este pueda discernir la realidad de la ficción.
“Nunca he pensado que ninguno de mis personajes va a ser ejemplo para nadie; confío mucho en la inteligencia del público y que saben que siempre están viendo una ficción. Entiendo que hay cierto tipo de proyectos que están más enfocados en llevar sí un mensaje o una crítica. Es una cosa de perspectiva y de intuición. Lo que sí trato es que esa fuerza que mi trabajo le da a mi voz personal sí la utilizo para tratar de compartir un mensaje o alguna inquietud que tengo o que me parece que puedo aportar algo”.
Sobre sus roles a seguir en el mundo de la actuación, ambos actores sorprendieron al señalar que sus más grandes ídolos de la pantalla ¡son mujeres!, cosa que aplaudimos mucho.
“Sabía lo maravillosa que era Carmen Maura, el pedazo de actriz que era, pero el día que pisé el set con ella y compartí una conversación con ella, ahí es cuando entendí de dónde venía su grandeza: la humildad”, contó Alejandro Speitzer. “He conocido o he compartido con alguien a quien admiraba mucho y de repente, si no existe esa humildad, hay una cosa que conmigo desconecta mucho y de repente encontrarte con Carmen Maura o con un Ernesto Alterio, por ejemplo, con esta humildad y fuera de cualquier tipo de ego, eso sí que me hace admirar mucho y respetar”.
Darío Yazbek se declaró un gran admirador de Cate Blanchett, quien fue presidenta del jurado en el Festival de Venecia.
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