Como una celebración mexicana: es la forma en que este joven chef describe la experiencia de su cocina. La combinación de recetas tradicionales y las costumbres y sabores de ingredientes locales definen su esencia. Después de años de exploración junto a destacados representantes de la cocina internacional, como Rene Redzepi de Noma, Santiago abrió las puertas de su propio local en Londres. KOL fue inaugurado en marzo de 2020, y desde el principio fue sorpresivo para los comensales de la capital británica. Entre sus reconocimientos personales se encuentra el Young Chef Of The Year, otorgado por los Young British Foodie Awards. Recientemente, KOL fue nombrado como Mejor Nuevo Restaurante de Europa por La Liste y, a solo 3 meses de haber abierto, ha sido reconocido como el 33º mejor restaurante en todo el Reino Unido por los National Restaurant Awards.

Hace cincuenta años el panorama de la cultura en nuestro país cambió cuando, en Miguel Ángel de Quevedo 128, abrió sus puertas la primera Librería Gandhi. El espíritu visionario e irreverente de Mauricio Achar, su fundador, ha permeado la identidad de esta historia de memoria, literatura y del estrecho vínculo entre escritoras, escritores y los lectores. ¿Quién de nosotros no se ha perdido entre las estanterías de alguna Gandhi? Hoy existen 43 librerías: 20 en la CDMX y 23 en el interior de la República. Todas ellas, bajo la dirección general de Alberto Achar, han conservado su espíritu y han conseguido adaptarse a las necesidades de la industria editorial contemporánea.

Uno de los recintos cruciales para el desarrollo del arte contemporáneo en nuestro país ha sido, sin lugar a dudas, el Tamayo. Con la finalidad de resguardar la colección que Olga y Rufino Tamayo habían atesorado, el 29 de mayo de 1981 fue inaugurado este espacio, cuya construcción corrió a cargo de Abraham Zabludovsky y Teodoro González de León. El museo pronto se convirtió en un sitio de referencia y formación para generaciones de artistas, curadores y entusiastas del arte. La celebración por su 40 aniversario, bajo la visión de Magali y Humberto, representa la oportunidad de revisitar la historia propia del recinto como pieza misma y como agente de transformación de la escena artística y cultural de nuestro país. Para ello se prepara la exposición celebratoria Más allá de los árboles, la cual abrirá las puertas en diciembre próximo.

La mirada de Claudia se ilumina y una sonrisa amplia y espontánea se dibuja en su rostro cuando recuerda aquel primer día en la cocina de su restaurante Kokono’, que en tzotzil significa epazote. Desde hace cinco años, en este lugar ubicado en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, esta joven mujer tzotzil ha logrado concretar la sencillez de la tradición ancestral de su comunidad, San Juan Chamula, con el uso de productos locales elaborados por pequeños productores o que emanan directamente de su huerto. Con ellos entrega a los comensales una experiencia de sabores, colores y aromas que se resume en ‘cocina regional chiapaneca’. Recientemente, fue incluida en el listado 50 Next, elaborado por The World’s 50 Best, que la reconoce como una promesa de la gastronomía.

En el panorama de las letras mexicanas, la presencia de Cristina Rivera Garza es amplia, contundente, prolífica, transformadora, retadora, luminosa... en fin, los calificativos se tornan pequeños e insuficientes para articular una descripción de lo que la autora representa para la literatura contemporánea. Quizás su diversa y extensa obra sea la más precisa de las formas para acercarse a ella. Tan solo este año, publicó Andamos perras, andamos diablas, una reedición de su primer libro de cuentos que vio la luz en 1983; Autobiografía del algodón, un intenso relato familiar sobre la frontera y el campo; y El invencible verano de Liliana, una cruda, dolorosa y conmovedora reconstrucción de la vida de su hermana, quien fue víctima de un feminicidio a sus 20 años. El libro logra poner nombre, apellido, rostro y afectos a uno de los grandes problemas de nuestro país: la supuesta expresión del amor como amenaza de muerte, el terrorismo de pareja y las relaciones de pareja determinadas desde una cultura patriarcal.

La versatilidad para la exploración exhaustiva de creadores locales, la predilección por piezas trabajadas a mano y una presencia protagónica y audaz del color, son los sellos que definen el trabajo de esta galería ubicada en el emblemático Paseo de la Reforma de la CDMX. Rodman y Rudy han conseguido consolidar este proyecto como uno de los de mayor carácter dentro de la efervescente escena del diseño coleccionable. Desde su consolidación en 2019, se han ocupado de la proyección de talentos latinoamericanos y de la recepción de pulsos internacionales, lo que ha establecido un constante y nutritivo diálogo determinado por el peculiar punto de vista, la innovación y la enigmática personalidad de la pareja.

Dice Gabriela que se enamoró de la música cuando comprendió que “los sonidos tienen alma y que a través de ellos se puede hablar de uno mismo”. Nominada al Grammy Latino, es una de las compositoras más destacadas y vibrantes en la escena internacional, gracias a un lenguaje musical que logra una síntesis extraordinaria y expresiva de tradición y vanguardia, al combinar el arte elevado, la música folclórica y el jazz en formas novedosas, refinadas y personales. Gabriela ha escrito música para danza, teatro y cine, y ha colaborado con poetas, dramaturgos e historiadores. Su proceso creativo se centra en las conexiones entre cuestiones de género, justicia social, medio ambiente y racismo. En sus estrenos recientes se encuentran Yanga y Téenek, ambas piezas comisionadas por la Filarmónica de Los Ángeles y Gustavo Dudamel, quien calificó su trabajo como “uno de los más brillantes que he dirigido jamás. Su color, su textura, la armonía y el ritmo que contiene son algo único. Gabriela posee una capacidad particular para mostrar nuestra identidad latina”.

Hay un objetivo claro en el pulso creativo de Francisco: plasmar en sus piezas la identidad de nuestro país a través de una estética contemporánea. Con esa idea en mente ha trabajado durante los últimos 12 años y ha conseguido consolidar la marca que lleva su nombre. De la mano de más de 45 comunidades indígenas en México, ha desarrollado metodologías de capacitación en materia de diseño, experimentación, bordado y rescate iconográfico, con la intención de conservar y revalorizar las técnicas artesanales de la cultura textil mexicana. Desde 2013 ha recibido premios y distinciones que le han permitido consolidarse como una figura capital para el diseño del país. Su reciente colaboración es en el ámbito cinematográfico como realizador del vestuario en Lavazza, el proyecto de Emmanuel Lubezki.

En la esquina de Avenida Paseo de la Reforma y Calle Hidalgo, en el corazón absoluto del centro de la CDMX, se encuentra el Antiguo Hospicio de Santo Tomás de Villanueva, un emblemático edificio colonial construido originalmente con cantera y tezontle. Durante los siglos XVII y XVIII, este recinto fue empleado por los frailes agustinos recoletos para alojar a integrantes de su congregación en las misiones de evangelización colonial. Hoy el espacio alberga una importante colección de arte figurativo mexicano bajo el nombre Museo Kaluz. El lugar se suma a la importante oferta museística de la capital mexicana y cuenta con obras de Pelegrín Clavé, José María Velasco, Joaquín Clausell, “Dr. Atl”, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, María Izquierdo, Angelina Beloff, Cordelia Urueta o Manuela Ballester. El espacio ha reconfigurado estéticamente esta emblemática esquina con la incorporación del mural “Jardín Urbano”, pieza comisionada al pintor y escultor Vicente Rojo. Alan es coordinador de exposiciones y Khery el curador del Museo.

Lo que a Max más le gusta de construir en México es la libertad creativa y la libertad que ofrece la imperfección de los materiales. Después de trabajar en David Chipperfield Architects en Londres y Tatiana Bilbao, estudió en la CDMX y estableció en 2013 Max von Werz Arquitectos, un despacho con perspectiva internacional que cuenta con obra construida en México, Alemania, el Reino Unido y Suecia. Este arquitecto alemán afincado en México se especializa en la intervención en preexistencias. Todo su portafolio construido hasta la fecha consiste en la reutilización adaptativa, el reciclaje, la reinvención de construcciones existentes, que van desde monumentos catalogados, construcciones rurales, modernistas y porfirianas. Ese mismo espíritu se percibe en uno de sus últimos proyectos, el Baja Club Hotel de Grupo Hábita, un hotel boutique para el que se rehabilitó una casona de estilo colonial.

Un mercado no parece el lugar natural para una librería. Pero para Fernando y Tania es justo aquí donde los libros pueden encontrarse con aquellos que les dan vida: los lectores. Se conocieron en la universidad y no creen en los hechos fortuitos; tan disímiles entre sí, encontraron la manera de construir un destino en conjunto. Una tarde de paseo en la Alameda, conversando sobre libros, la epifanía llegó: “pongamos una librería”. Fue así que un local en el mercado del Carmen, en el municipio de Nezahualcóyotl en el Estado de México, se convirtió en un refugio cultural para niños y jóvenes con un centenar de títulos disponibles. Este proyecto pone frente a la idea de “cultura” como privilegio y lo establece como un derecho al alcance de todos.

Esta joven de 29 años es parte de una ola de extraordinarios bailarines que representan a México en las más destacadas compañías a nivel mundial. Recientemente fue ascendida a primera bailarina de la compañía alemana Stuttgart Ballet. Pero este camino comenzó en la Escuela Superior de Música y Danza de su natal Monterrey, y continuó su formación en la John Cranko Schule. Consciente de la necesidad de crear mayores oportunidades para las nuevas promesas, puso en marcha Creare Crescere, un proyecto de intercambio cultural entre su antigua escuela de ballet y su actual casa en Stuttgart para ofrecer a los estudiantes la experiencia de trabajar con coreógrafos profesionales para ampliar sus conocimientos técnicos y artísticos, y exponerlos al trabajo profesional de una compañía de ballet de clase mundial.

Su amor por cocinar es tan grande que ya una vez le causó una crisis existencial. Para superarla, en vez de seguir como analista política en Washington D. C., donde vive, se dedicó a estudiar gastronomía y cocina mexicana. Escuchar a su instinto le cambió la vida: tiene un blog donde, hasta ahora, comparte recetas de platillos mexicanos; conduce y produce el programa de TV Pati’s Mexican Table, que ya va por su décima temporada y que ha recibido cuatro nominaciones al Emmy. El 2 de noviembre, Pati lanza su tercer libro de recetas, Treasures of the Mexican Table, que se enfoca en los platillos regionales menos conocidos de México.

Ella es curadora e historiadora del arte. Ha enfocado su ejercicio profesional al arte contemporáneo, con un desarrollo independiente tanto en México como en el extranjero. Fue co-curadora de la XVII Bienal de Fotografía del Centro de la Imagen y de Lecturas de un territorio fracturado, primera revisión a la colección de arte contemporáneo del Museo Amparo. Actualmente es Directora General de Artes Visuales y del Museo Universitario Arte Contemporáneo de la UNAM. Amanda asumió este cargo poco antes del estallido de la pandemia, lo que la incitó a replantear el plan de exposiciones del recinto y las posibilidades virtuales.

El amor al oficio de la creación de prendas, es el detonante en el camino de Guillermo. Su curva de crecimiento se dibuja en ascenso, y su punto de partida fue nada menos que una fábrica de disfraces y el diseño de vestidos de novia, hasta la consolidación de 1/8 Takamura. En medio, una preparación en el IES Moda, Casa de Francia, una pasantía en París de la mano de Isabel Marant, un interinato con Christine Alcalay en Nueva York y el premio Moët & Fashion México como el mejor diseñador joven. Su proyecto logra un balance justo entre sus raíces ancestrales y una propuesta estética contemporánea que tienen como resultado crear piezas de indumentaria cotidiana con un punto de vista creativo sofisticado.

Para él, no hay división posible entre su trabajo y la vida. Todo el tiempo, asegura, está pensando en los proyectos que tiene sobre la mesa. Alejado de estilos o corrientes, lo más importante para Pablo es que cada apuesta sea profundamente personal. En su propuesta arquitectónica, son igual de importantes, quizá más, los espacios vacíos que la construcción en sí misma. Su momento favorito del proceso creativo es cuando las personas llegan a los espacios construidos. Y en esta aseveración se encierra la manera y el lugar desde el cual se coloca como arquitecto, donde la integración del ambiente, el entorno y el contexto narran una historia, la historia de quien habita el edificio y le da sentido.