El cine, es cierto, es imagen. Pero no solo eso: también es sonido. Podríamos decir, en realidad, que es la suma precisa de estos dos elementos. Y ésta es la gran fascinación para este equipo de mexicanos, quienes fueron capaces de traducir el complejo tránsito emocional de un músico que pierde la audición en la cinta Sound of Metal. Este fino y detallado trabajo de abstracción les valió una serie de importantes premios de la industria; entre ellos, el Oscar por Mejor Sonido. El trabajo de Jaime, Michelle y Carlos Cortés se ha consolidado en producciones que van desde grandes filmes de Hollywood, hasta proyectos de carácter independiente y autoral.

Si revisamos la trayectoria de Julio Chavezmontes, encontraremos una vocación independiente, donde cada proyecto contempla una intención y sustancia creativa. Como guionista, fue reconocido en Sundance por Tiempo compartido, de Sebastián Hofmann, y ha sido nominado en dos ocasiones al Ariel. En 2011, fundó la casa productora PIANO con la que no solo ha apostado por los jóvenes talentos del cine mexicano, sino también ha colaborado con cineastas consagrados como Lucrecia Martel, Apichatpong Weerasethakul, Leos Carax, Abel Ferrara o Ruben Östlund. Este año, tres de sus proyectos fueron selección oficial del Festival del Cine de Cannes, dos de los cuales figuraron en El Palmarés.

Tatiana es una de las cineastas más vibrantes de su generación. Como documentalista ha conseguido hablar de temas importantes y conectarnos con las historias dolorosas de las sociedades afectadas por la violencia, sin dejar de lado la experiencia emocional y las posibilidades poéticas del lenguaje cinematográfico. Ha redefinido el género, enriqueciendo la no-ficción con recursos narrativos y estéticos propios de la ficción. Noche de fuego, su incursión en este tipo de cine, fue selección oficial del pasado Festival de Cine de Cannes, en la sección Un Certain Regard donde, además de la ovación de los asistentes, se llevó una mención especial. El filme adapta la novela de Jennifer Clement, que relata las historias de unas niñas de una comunidad rural y lo que deben hacer para evitar ser raptadas por el narco.

Nacida en Estados Unidos, pero de padres mexicanos, es actualmente una de las representantes más destacadas del movimiento LGBTTIQ+ en nuestro país. Empezó modelando en Nueva York, aunque pronto descubrió que lo suyo era la actuación. Zión saltó a la fama gracias a la exitosa serie mexicana Control Z, donde interpretó a Isabela quien, tal y como le sucedió a ella en la vida real, sufre acoso y discriminación una vez que sale a la luz que es una chica trans. Esta producción le abrió la puerta para cumplir uno de sus grandes sueños: participar en la nueva versión de Gossip Girl, de HBO Max, en la que interpreta a Luna La.

Estudió la carrera de comunicación y comenzó a hacer teatro estudiantil en Ciudad Juárez. Sin pretenderlo, se ha convertido en una de las figuras capitales del cine mexicano contemporáneo. Más de 90 créditos en series, cortometrajes, largometrajes, películas históricas, satíricas, comedias, de crítica social o de superhéroes dan crédito de su amplia versatilidad. Este año ha sido particular para este actor: está de regreso con uno de los personajes que lo conectaron profundamente con el público: ‘Mascarita’ en Matando Cabos 2; debutó como el supervillano ‘Mayor General Mateo Suárez’ en The Suicide Squad de James Gunn, compartiendo créditos con Margot Robbie, Idris Elba y Viola Davis; prestará su voz para dar vida a Logan en Wolverine, La larga noche, el primer podcast en español de Marvel; y regresa a la órdenes de Luis Estrada en ¡Que viva México!, producción para Netflix.

Desentrañar sin juicios las emociones de sus personajes es una de las virtudes del trabajo de Katina. Esta profundidad se percibe en LuTo y Sabrás qué hacer conmigo, sus dos largometrajes, pero también en sus proyectos para televisión y en Blackbird, el contundente montaje teatral que habla sobre abuso sexual infantil, un tema que le importa de forma personal y del cual habló abiertamente en su colaboración en un capítulo del libro Alas Rotas. Desde 2019 forma parte de Ya es Hora, una iniciativa de mujeres que busca evitar el acoso y el abuso dentro de la industria del cine y cambiar las narrativas de género en los contenidos audiovisuales. Entre sus proyectos recientes se encuentra la serie biográfica de Selena y ser parte del equipo de directores de la segunda temporada de Emily in Paris, el afamado proyecto de Netflix que se estrenará este año.

Luego de la serie Sense8, vuelve a estar bajo la dirección de Lana Wachowski, pero ahora en uno de los proyectos más esperados del año a nivel mundial: la película de ciencia ficción The Matrix 4, en la que comparte créditos con Keanu Reeves, Priyanka Chopra y Neil Patrick Harris, entre otros. La actriz alaba este proyecto que se rodó en Alemania, y que se estrena en México tentativamente el 22 de diciembre, y no solo por los efectos o la trama, sino también porque la recibió sin problema a ella, una mexicana, al igual que a talento de otras razas, nacionalidades y preferencias sexuales.

La de Arcelia es una de las presencias más plenas del arte de contar historias en nuestro país. Ya sea en la pantalla grande, en la televisión o sobre el escenario teatral, logra conectar al espectador con emociones y reflexiones profundas. En la pasada edición del Festival de Cannes, presentó La Civil, ópera prima de la cineasta rumana Teodora Mihai. Tras la proyección, cuando las luces de la sala Debussy se encendieron, el público estalló en una ovación que se prolongó por ocho minutos. La película fue galardonada con el Prize of Courage en la sección Un Certain Regard. En español la asignación de este premio significa, “Premio al Valor”, algo que en la mente de la actriz tiene mucho sentido, ya que este filme consigue poner en pantalla los temas urgentes de la sociedad mexicana. En la película, Arcelia encarna la desesperación de muchas madres en busca de sus hijas, víctimas de desapariciones forzadas.

Ambos son presencias capitales en la escena mexicana. Cuentan con una sólida trayectoria sobre y tras los escenarios, pero cuando la pandemia estalló y amenazó profundamente al teatro, encontraron una manera de reconectar con “el arte de la presencia”. Blindness se presentó en el Teatro de Los Insurgentes como una innovación escénica que invitaba a repensar lo que hasta entonces dábamos por hecho. A través de una oportuna relectura de Ensayo sobre la ceguera, el texto de José Saramago, esta suerte de experimento teatral nos recordó el poder narrativo de la voz y lo urgente de la empatía en un contexto tan adverso.

Es la única mexicana en ser elegida por el reconocido dramaturgo y actor Lin-Manuel Miranda para protagonizar In The Heights, la cinta musical que se estrenó en verano y que ya le valió una nominación en los premios Hollywood Critics Association como Mejor Actriz. Para la regia, estar en este proyecto fue un doble triunfo pues, dice, si ella pudo, cualquier mexicana puede cumplir sus sueños. Este 2021 también recibió otra nominación por Mejor Actriz de Comedia en los Imagen Foundation Awards por su actuación en la serie Vida de Starzplay y prepara ya el estreno de una nueva serie y dos películas; una de ellas, la muy esperada Scream 5.

Ana lo tiene claro: es mejor actriz en la medida que es mejor persona. Interpretar a los personajes tiende lazos de empatía que le permiten entender diversas realidades y mirar el mundo desde otros puntos de vista. Por eso, es indispensable para ella elegir bien los proyectos en los que se involucra y los mensajes que quiere comunicar. En 2017, debutó en la pantalla grande con Las Hijas de Abril, de Michel Franco, que fue selección oficial del festival de Cannes y por la que obtuvo su primera nominación al Ariel. La popularidad llegó al protagonizar la serie de Netflix Control Z, en la que interpreta a una adolescente introvertida con una intuición particular para ver más allá. Este año también estrenó en el Festival de Cine de Guadalajara la cinta Mi novia es la revolución.