El nombre de la obispa Mariann Edgar Budde ha circulado ampliamente en las redes sociales después de que, un día después de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, dedicara unas emotivas palabras de súplica al mandatario. En su intervención, hizo un énfasis particular en los inmigrantes y los miembros de la comunidad LGBTQ+, quienes fueron objeto de críticas durante la campaña presidencial de Trump.
¿Quién es Mariann Edgar, la obispa que puso en jaque a Trump?
El discurso de la obispa Mariann Edgar que puso en jaque a Trump
Un día después de la toma de posesión de Donald Trump como presidente, participó en un servicio religioso que se llevó a cabo en la Catedral Nacional de Washington, como parte de las tradiciones que marcan el inicio de un nuevo gobierno. Durante dicho servicio, la obispa episcopal Mariann Edgar Budde le pidió directamente que tuviera piedad de aquellos que viven con miedo, como la comunidad LGBT, los inmigrantes indocumentados y los refugiados.
“Déjeme hacer un último ruego, por favor, señor presidente”, se dirigió directamente a Trump. “Millones han puesto su confianza en usted, y como usted dijo ayer a la nación, usted ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso”.
Dicha solicitud se basó en un comentario que el mandatario había dicho que sintió la "mano providencial de un Dios amoroso" al sobrevivir a un intento de asesinato, en julio del año pasado.
“En nombre de nuestro Dios, le pido que tenga piedad de las personas de nuestro país que tienen miedo ahora. Hay niños gays, lesbianas y transexuales en familias demócratas, republicanas e independientes. Algunos temen por sus vidas”, señaló, después de que Trump hubiese firmado el día anterior un decreto en que eliminaba protecciones a la discriminación de los miembros de la comunidad LGTBQ+, en donde apuntó que solo existe el sexo masculino y femenino, eliminando a las personas trans.
Mariann Edgar suplica a Trump compasión por los inmigrantes y comunidad LGBTQ+
“Y las personas que recogen nuestras cosechas y limpian nuestros edificios de oficinas, que trabajan en granjas avícolas y plantas de empacado de carne, que lavan los platos después de comer en los restaurantes y trabajan en los turnos de noche en los hospitales. Puede que no sean ciudadanos ni tengan la documentación adecuada, pero la inmensa mayoría de los inmigrantes no son delincuentes”señaló, desafiando de manera directa la demonización xenófoba de los inmigrantes que el presidente promovió durante su campaña.
“Pagan impuestos y son buenos vecinos. Son miembros fieles de nuestras iglesias y mezquitas, sinagogas, gurdwaras y templos. Le pido que tenga piedad, señor presidente, con aquellos en nuestras comunidades cuyos hijos temen que se lleven a sus padres, y que ayude a aquellos que huyen de zonas de guerra y persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y acogida aquí”, añadió.
Quién es Mariann Edgar, la obispa que puso en jaque a Trump
Mariann Edgar Budde, de 65 años, es la primera mujer en ocupar el cargo de líder espiritual de la Diócesis Episcopal de Washington, puesto que ocupa desde 2011.
Es exalumna de la Universidad de Rochester, en el norte de Nueva York, y pasó parte de su infancia en Nueva Jersey y otra parte en Colorado. En su tiempo libre, disfruta recorrer en bicicleta las calles de Washington.
Antes de mudarse a Washington, la obispa Budde pasó casi dos décadas como rectora de la Iglesia Episcopal de St. John en Mineápolis.
Desde el año pasado, la diócesis de Mariann Edgar, que incluye la Catedral Nacional, había previsto celebrar un servicio de oración al día siguiente de la toma de posesión, independientemente de quién ganara la presidencia. Sin importar el resultado, ella tenía la intención de predicar, según explicó.
En 2020, la obispa Budde escribió un artículo de opinión en The New York Times en el que se declaraba "indignada" y "horrorizada" por el uso que Donald Trump hizo de la Biblia. El presidente sostuvo el libro sagrado en alto frente a la iglesia de St. John, después de que agentes usaran gases lacrimógenos contra manifestantes que pedían justicia racial en la cercana Plaza de Lafayette. En su artículo, Budde afirmó que Trump había “utilizado símbolos sagrados” mientras “defendía posturas contrarias a los principios bíblicos”.