Verónica Delgadillo, la mujer que lleva las riendas de Guadalajara

Solo unos días después de ese momento histórico, en un espacio de su apretada agenda, nos reunimos con ella en el cautivador hotel Origen 438, ubicado en la capital de Jalisco. Desde que cruzó la puerta en pants deportivos, muy chic, descubrimos que detrás de esa mujer alta, guapa y muy sonriente, hay calidez. “Soy orgullosamente tapatía, una mujer que ama a su tierra y que pone todo el corazón para que buenas cosas sucedan en ella”, nos dijo firme en su presentación; sin embargo, bastaron unos minutos de plática para dejar de lado el speech político acartonado y conocer su lado más personal.

Es hija de la maestra de kínder y primaria Rosario García y de Guadalupe Delgadillo, comerciante y expresidente de la Asociación de Arqueros de Jalisco, quienes le enseñaron desde chiquita el valor del trabajo y la disciplina para salir adelante, herramientas que cree fueron clave para obtener su triunfo con Movimiento Ciudadano ante el candidato de Morena José María Martínez.

Verónica también se distingue por ser una mujer completa. Tiene dos carreras -Comunicación por el Tec de Monterrey y Educación Preescolar-, le gusta viajar, meditar, hacer ejercicio, la fotografía, leer y se da tiempo para salir con su familia y amigos,¿en qué momento decidió entrarle a la política? “La vida me llevó. Desde muy pequeña, soñaba y quería ayudar a mejorar las condiciones de vida en Guadalajara. Era activista desde la universidad y organicé a grupos juveniles con el ideal de cambiar el mundo y dejar un legado. Hace casi 14 años empecé una organización con el fin de incidir en nuestro entorno e incentivar la participación ciudadana, eso me llevó a conocer a Enrique Alfaro, que hace 12 años era candidato a gobernador, y sin pedir nada, me sumé al equipo; a las pocas semanas me invitaron a que fuera candidata a diputada y en el 2012 me convertí en la primera mujer que rompió el bipartidismo por voto directo en Jalisco y la primera diputada por voto que tuvo Movimiento Ciudadano en todo el país”.

La llegada de la comunicadora a la política fue muy orgánica, pues siempre ha tenido una sensibilidad especial ante las necesidades del otro, misma que se agudizó cuando, acabando la universidad, decidió agarrar su mochila e irse a recorrer el mundo. Viajó por 210 días y regresó convertida en otra: “Cambió mi visión de mí misma. En ese viaje hubo un momento en el que me rompí: En la India, me senté en la calle a llorar al ver su realidad. Me sentía en un momento muy complejo viendo todo lo que estaba pasando a mi alrededor, fue un antes y después para mí. Después de llorar y ver con ojos de profunda empatía, entendí que yo era la intrusa en esa realidad, que yo había llegado a ese espacio y si quería gozar de él tenía que verlo con los ojos de las personas que estaban ahí. Cuando llegas a un espacio, la empatía es una herramienta de entendimiento y la llave para el diálogo, te abre muchas puertas y te abre horizontes. Cuando viajas hacia afuera también estás viajando hacia adentro, regresé a México con la profunda convicción de hacer algo por mi país porque lo tenemos todo, somos de verdad una nación increíble, donde la mayor fuerza que tenemos es su gente y que creo que lo que necesitamos es unirnos y articularnos con un mismo ideal, así México no tendría ninguna limitante para ser una nación más justa, más igualitaria y con mejores oportunidades”.

LA GUADALAJARA QUE VERÓNICA DELGADILLO SOÑÓ DESDE NIÑA

Nuestro encuentro ocurrió solo dos semanas después de que tomara el puesto y ya la habíamos visto de arriba para abajo con la gente: Limpiando las calles, reforestando y escuchando en la calle sus necesidades.“Me gusta estar muy cerquita de las personas, de su propia realidad y sus necesidades. Quiero diseñar una política pública que realmente resuelva las cosas y se convierta en un instrumento de trabajo colectivo y colaborativo entre la ciudadanía y el gobierno. Yo quiero hacer de Guadalajara la ciudad que te cuida. Me emociona poder invitar a toda la ciudadanía a abrazar esta visión”.

En varios momentos, menciona un concepto clave en su gobierno: la corresponsabilidad, ¿cómo pretende despertarla en una ciudadanía que parece estar harta de su clase política?

“He estado trabajando en equipo, salgo con ellos a cuidar de nuestra ciudad. Creo que la mejor forma de invitar a la gente es con el ejemplo y también es generando conciencia de que Guadalajara es una casa compartida, es nuestra casa en común. Yo creo que a través de la conciencia vamos a poder abrazar las tareas que a cada quien nos tocan. Yo tengo la responsabilidad de sacar adelante el gobierno para que mi visión de ciudad pueda cumplirse”.

La tapatía está orgullosa de ser la primera mujer al frente de la capital, sin embargo, reconoce que aún no hay equidad. “El piso todavía no está parejo, hay una gran oportunidad para transformar. Vemos a muy poquitas mujeres haciendo política, me tocó hacer la reforma de paridad en todo el país y por supuesto que me emociono, me ha tocado ser la primera en muchos momentos. En mi partido, por ejemplo, fui la primera presidenta nacional que tuvo mi partido y hoy soy la primera presidenta municipal que tiene Guadalajara y veo en esto una gran oportunidad”.

Aunque aún son minoría en los puestos de poder, Vero sí cree que las mujeres tienen una percepción y una sensibilidad distinta a la de los hombres que puede resultar conveniente para todos.

“Hay una sensibilidad distinta y con esta nueva mirada podemos encontrar nuevas formas de resolver los retos que tiene nuestra sociedad. No es que nosotras seamos mejores, pero tenemos una visión distinta y podemos ser más sensibles y empáticas a ciertas realidades. Si ponemos estos factores sobre la mesa y nos sentamos junto a los hombres para trazar una ruta para encontrar soluciones, estoy convencida, que el resultado va a ser mucho más positivo para todas y todos. Yo lo he dicho muchas veces: es el tiempo de las mujeres haciendo equipo con los hombres porque cuando estamos ambos en la mesa somos mejores”.

Hablando de disparidad, le preguntamos sobre su concepto del feminismo, término que genera controversia. “Soy feminista con una visión muy particular. El problema es el sistema, no las personas y si dejamos de lado este sistema que nos lastima entonces sí podremos construir una sociedad más justa y más igualitaria. Mi visión del feminismo es que los hombres tienen que estar en las mesas de discusión y que tenemos que reaprender juntas y juntos para convertirnos en los mejores aliados”.

La silla presidencial de México la ocupa por primera vez una mujer, Claudia Sheinbaum, ¿ha soñado ella con ocuparla una vez que esté vacante? La respuesta es no, al menos por el momento, pues el sueño hoy es construir una Guadalajara más justa e igualitaria. Sin embargo, sí tiene un mensaje para la presidenta: “Voy a demostrar que las mujeres somos ejemplo de buenos gobiernos. Y se lo he dicho en diferentes momentos: Deseo que le vaya muy bien porque si le va bien a ella le va bien a México”.

El 13 de noviembre cumplió 42 y nos confesó que más que un deseo quería agradecer frente a su pastel “porque han sido muchos años muy complejos, agradecer hoy estar sentada en este espacio cumpliendo un anhelo de mi corazón. Y si se trata de pedir deseos, creo que pediría toda la sabiduría que necesito”.

LA PLAYLIST DE LA PRESIDENTA

Después de escuchar su convicción por la política, entramos en temas más personales y, ya en confianza, nos habló de sus gustos musicales y de su playlist favorita, esa que hizo cuando su papá estaba muriendo. Y al escuchar quiénes la integran, no podemos evitar conmovernos con ella.

The Beatles, Juan Gabriel, Rocío Durcal y Nina Simone están en esa lista de reproducción que “es mi refugio en ciertos momentos los beatles”, sin embargo, hay una canción especialmente significativa: Here Comes the Sun en la versión de Nina Simone, “es mi favorita porque la escuchamos una y otra vez mi papá yo cuando estaba a punto de morir y me arrebata las lágrimas cada que lo escucho”.
Como toda revolucionaria, es ecléctica en sus gustos: “René Pérez me encanta y en sus canciones mi favorita es Latinoamérica”.

La política de Movimiento Ciudadano está metida de lleno en sus nuevas responsabilidades, sin embargo, no cierra la puerta al amor y tiene una lista de cualidades que debe cumplir aquel que quiera acompañarla en este camino: “Tiene que ser un hombre muy seguro por el trabajo que tengo. Me gustaría que fuera un hombre inteligente porque disfruto muchísimo de las buenas pláticas, creo que es lo más sexy que alguien puede tener: su mente. Detallista porque me encanta que me sorprendan y puedo ser como una niña que se divierte muchísimo con las sorpresas; también que tenga buen sentido del humor porque ante los momentos complejos de la vida tener a alguien que te acompañe con una mirada positiva y que le encuentra el sentido bonito a la vida siempre ayuda”.

El sentido de la moda y el estilo es otra cualidad que distingue a la presidenta municipal, sin embargo, para ella no tiene un objetivo banal: “Es una herramienta de comunicación que permite expresar ideas y un canal para hacer statements. (Mi look) depende del momento. Hay momentos en los que me sirve para poder acercarme a la gente y quitar barreras, pero también es una herramienta para acompañar este ejercicio de poder”.

CHIVA DE CORAZÓN

La playera de Las Chivas la lleva tatuada en la piel y, aunque El rebaño no atraviesa por su mejor momento, para ella es el mejor. “Están en un momento complejo y espero que se tomen las mejores decisiones, pero al final siempre sacan la casta; claro que son el mejor equipo del país”.
Y para cerrar la plática nada mejor que hablar de los placeres. Por supuesto que el tequila es su bebida favorita y va derecho, pero si se trata de mezcal, una mezcalita de Jamaica es su mejor opción.