Silvia Pinal falleció este 28 de noviembre a los 94 años de edad por complicaciones derivadas de una infección en vías urinarias.
La llamada “última diva del cine nacional” fue toda una celebridad en México y en muchas partes del mundo, gracias a su participación en películas, programas de televisión y telenovelas, pero no sólo en el medio del espectáculo sobresalió esta famosa mexicana.
Silvia Pinal vio nacer y desaparecer una centena de partidos políticos y a por lo menos 19 mandatarios federales.
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La trayectoria política de Silvia Pinal
El pecado de Laura, en 1949, fue su primer trabajo cinematográfico y de ahí le siguieron éxitos internacionales como El rey del barrio, Simón del desierto y El ángel exterminador (estas dos últimas bajo la dirección de Luis Buñuel), en donde compartió créditos con estrellas como Pedro Infante y Joaquín Pardavé.
Sus tres premios Ariel en sus vitrinas y reconocimientos de algunos de los festivales de cine más famosos del mundo, harían pensar que la creadora de Mujer, casos de la vida real, no tuvo tiempo para otras cosas además de su carrera, pero eso no fue así.
Su primer acercamiento con la política fue en 1981, cuando su esposo Tulio Hernández llegó a la gubernatura de Tlaxcala, por lo que, a la usanza de la época, la actriz se convirtió en la primera dama de la entidad.
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Silvia Pinal como diputada
Al ser la esposa de un gobernador, la actriz cumplió con su “deber” al frente del sistema Desarrollo Integral de la Familia en el estado. Fue así como Doña Silvia se acercó al Partido Revolucionario Institucional (el de su esposo).
Una vez afiliada al PRI, no tardaron en llegar las oportunidades para ocupar cargos públicos, como una diputación federal, en 1991, donde formó parte del Congreso de la Unión. Cuatro años después integró la Asamblea de representantes del Distrito Federal.
La semilla de la política pareció germinar en doña Silvia, quien alguna vez dijo que consideró ser la primera presidenta de México. Para 1998 su nombre llegó a la Cámara Alta, en Senado de la República, donde junto con sus compañeros de todos los partidos políticos, legisló leyes para los mexicanos.
En agosto del año 2000, cuando finalizó su periodo legislativo, la actriz dio por cerrada su carrera política pero no así la del espectáculo, que continúo vigente hasta el último de sus días.