Aunque el 2 de junio significó un punto de quiebre en la historia reciente de los partidos de oposición, queda claro que el PRI no es la única fuerza política que atraviesa actualmente por aguas turbulentas, en busca de mantenerse a flote.
Los resultados nada favorecedores para los integrantes de la coalición Fuerza y Corazón por México también obligaron a la estructura del PAN a plantear una urgente renovación de su dirigencia, ante una cada vez más intensa lluvia de críticas a Marko Cortés, presidente nacional del blanquiazul.
PAN: ante los hechos y las críticas, renovarse o morir
A diferencia de lo que ocurre en el Revolucionario Institucional, donde Alito Moreno se ha encargado de poner en su contra a figuras históricas del partido y buscar su expulsión, por lo que ha sido señalado de querer adueñarse del mismo, en Acción Nacional no son pocas las voces que critican a Marko Cortés, pero ya se echó a andar el mecanismo para que se elija una nueva dirigencia.
Lo cierto es que en el PAN el debate se ha encendido por nombrar a quien le ha hecho más daño al partido, y mientras que algunos militantes son directos con sus calificativos en contra de su dirigente nacional, incluido el ex presidente Felipe Calderón, el propio Marko Cortés y dirigencias estatales aseguran que fue precisamente Calderón quien desarmó al blanquiazul durante su sexenio.