Las elecciones de este 2 de junio fueron las elecciones más importantes de la historia democrática de México porque se eligió al mayor número de cargos públicos. Y, por primera vez, fueron dos mujeres las favoritas para ocupar la presidencia, la izquierdista Claudia Sheinbaum y la política de centroderecha Xóchitl Gálvez.
México tiene presidenta. El 2 de junio, luego de más de 200 años de procesos electorales, el pueblo mexicano tomó la decisión de que una mujer tome las riendas de la nación.
Quién es esa mujer que hoy hace historia y ratifica una lucha de siglos por la igualdad entre hombres y mujeres. Conocemos a detalle su historia personal y su trayectoria política, pero quienes realmente la conocen son sus cercanos, aquellos que la vieron crecer y, también, quienes han colaborado con ella.
Teniendo claro esto, buscamos a algunos de sus allegados. A los que se han convertido casi en familia por su relación tan cercana con ella.
“Claudia creció en un ambiente de intelectuales. Su familia era una familia muy politizada, también muy preparada: con una mamá ya para entonces doctora en Biología, su papá era químico, su tío es Enrique Semo, muy renombrado. Creció en una cultura de lucha por las mujeres, por los trabajadores. A los 15, ella ya opinaba en nuestras reuniones y destacaba por su edad”.
“Es una persona de pensamiento científico, analiza el problema y cuáles son las posibles soluciones”.
“Es muy cariñosa, solidaria, muy atenta y también muy rigorosa, tiene rigor y lo exige a la gente con la que trabaja”.
“Claudia es una mujer inteligente y preparada, siempre llega a una reunión con conocimiento de los asuntos que se van a tratar, pero sabe escuchar a su equipo (…) Es muy humana. Me sorprendió que cuando llegué a trabajar con ella llegó con un pastel el día de mi cumpleaños y yo nunca le mencioné cuándo era, siempre está al pendiente de sus colaboradores”.
“Cuando hacíamos recorridos en bici por la ciudad se detenía a atender a las personas, pero su mayor interés siempre eran los niños”.
“Es una mujer muy intensa, muy interesante, muy empática con la gente. Desde la universidad yo admiraba su energía, cómo estaba en mil cosas y hasta la fecha es así. Es muy cariñosa también, nos entendemos muy bien, hacemos muy buena química. Nos peleamos y nos perdonamos a los cinco minutos. Hay parejas que tienen pleitos y se guardan el resquemor y se hacen tóxicos, nosotros nos damos unos agarrones (risas) y a los cinco minutos ya se nos olvidó”.
“Es cálida, amable, sonriente, muy ordenada y disciplinada. Obsesiva con ciertas cosas, como lo que ocurrió con la gestión de la pandemia: ella misma diseñó en su computadora el programa de vacunación y durante la crisis estuvo en el C5 atendiendo personalmente las llamadas de las personas que buscaban asistencia, pero nunca les dijo que era ella. Es un personaje que aprende con una capacidad impresionante (…) Lo que destaco es su sensibilidad social y su historia de congruencia”.
“Claudia puede ser lo que ella se plantee porque lo va a lograr. Tiene todos los requisitos para ser presidenta y hacerlo bien”.
“Es una científica y actúa como tal. Está comprometida con los derechos de la sociedad. Es una mujer que ha crecido en la búsqueda de derechos, a la que le gusta encontrar soluciones e investigar. Tiene dos lados interesantes: en uno ama las artes, baila, es deportista, tiene disciplina de ballet y sabe tocar música. Por otro lado, es una mujer que busca encontrar soluciones y revisa que las metas estén cuantificadas, se basa en la estadística para avanzar. Es ordenada, disciplinada y tiene una sensibilidad humana fuerte”.
