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Combate a la corrupción: el gran reto que tendrá la futura presidenta de México

Las fundadoras de Tojil, organización dedicada a combatir la corrupción, analizan el escenario que sobre este tema tendrá la próxima presidenta de México.
mié 06 marzo 2024 06:27 PM
Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez
Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez

Si el escenario político en México no cambia de la noche a la mañana, después de las próximas elecciones federales del 2 de junio, el país tendrá por primera vez en su historia a una mujer en la presidencia de la República.

Ante este escenario, Adriana Greaves y Estefanía Medina, quienes son abogadas y cofundadoras y codirectoras de Tojil, una organización sin fines de lucro que se enfoca en combatir la corrupción, señalaron en entrevista exclusiva para Quién que la próxima presidenta de México podrá marcar un antes y un después precisamente en el combate a la corrupción.

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Tojil: Mujeres que combaten la corrupción desde la sociedad civil

Tojil, que proviene de la lengua maya y significa “justicia” o “lo justo”, es una organización fundada en 2018, que está integrada principalmente por abogadas que buscan reducir la impunidad y lograr justicia para las víctimas de la corrupción.

Al ser éstos dos de los temas que mayor impacto tienen en la impartición de justicia en el país –y con las elecciones federales a la vuelta de la esquina–, platicamos con Adriana y Estefanía sobre el escenario que parece inminente después de la jornada electoral del 2 de junio: México tendrá por primera vez en la historia a una mujer en la presidencia y esto puede implicar un cambio significativo en la impartición de justicia en el país.

Adriana y Estefanía son expertas en el campo, ya que con su organización, y a través del litigio estratégico y del desarrollo de innovación legal y de tecnologías, buscan combatir la corrupción y han dado golpes certeros al denunciar casos de gran impacto.

Adriana Greaves y Estefanía Medina cofundadoras y codirectoras de Tojil
Adriana Greaves y Estefanía Medina cofundadoras y codirectoras de Tojil, A.C.

En 2019, Tojil logró la primera sentencia que reconoce a una organización civil como víctima de corrupción en un caso asociado a Javier Duarte, el ex gobernador de Veracruz, y ahora en 2023 lograron que este caso sea admitido ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Con estos litigios, la organización busca lograr el reconocimiento del derecho de todos los ciudadanos a vivir en un ambiente libre de corrupción.

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¿Tener a una mujer en la presidencia cambiará el combate a la corrupción en México?

Le preguntamos a Adriana Greaves y Estefanía Medina, cofundadoras y codirectoras de Tojil, si el hecho de que una mujer vaya a ser la próxima presidenta de México (como puede verse, debido a que las punteras son Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez) podría representar un enfoque distinto con el respecto al combate a la corrupción, la impunidad y una mejor impartición de justicia. Y es que esto marcaría una ruptura con la forma en que tradicionalmente ha funcionado nuestra sociedad y las autoridades.

“Yo creo que es una gran noticia el simple hecho de que una mujer va a llegar a ser presidente y sí pienso que es una oportunidad enorme de, en particular en el tema de combate a la corrupción, de avanzar”, compartió Adriana. En este sentido, la cuestión del género podría ser un factor determinante en cómo se atenderán estos temas en la próxima administración según lo demostrarían –incluso– las estadísticas.

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Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez encabezan las preferencias del electorado rumbo a la presidencia

“La oficina de ONU Mujeres publicó un estudio súper interesante hace dos años en el que dicen que las mujeres, como principales cuidadoras del hogar en México, Latinoamérica y el Caribe, somos las primeras que demandamos servicios públicos. Es decir, si deja de llegar agua a tu casa, tú eres la que vas a ir a pedirla; las vacunas; todo lo que recae de servicios públicos. Entonces las mujeres, en particular en situación de que sean las que están en su hogar pidiendo servicios, son a las que les va a afectar la micro corrupción. O sea, la micro corrupción para acceder a salud, educación, guarderías”, explicó.

“Y segundo, ya en el tema de macro corrupción, o sea las mujeres que están llegando a los puestos del poder, que vemos como que últimamente están llegando; (ellas) no son parte del ‘club de Toby’. O sea el ‘club de toby’ y la discriminación hacia la mujer ni siquiera han hecho a las mujeres partícipes de las redes de corrupción”, añadió.

La corrupción afecta distinto a las mujeres en los círculos de poder

Esto, explica Adriana, queda bien ejemplificado con el caso de Rosario Robles. “Rosario Robles firmó y ella permitió que en Sedesol se desviara dinero. Ella va por el mundo pregonando que fue víctima. Probablemente, no lo sabemos, ella sí fue coautora y sí supo y lo hizo, pero al final creo que sí se benefició menos que sus amigos del ‘club de Toby’. ¿Por qué? Eso es lo que dice el estudio: Aunque llegues a puestos de poder, el propio ‘club de Toby’ no te va a permitir beneficiarte de la corrupción”, explicó.

De acuerdo con este estudio, se señala que “es muy favorable que las mujeres empecemos a tomar puestos de poder porque nosotras mismas, como no somos parte de la red, es muy probable que nosotros sí iniciemos investigaciones de casos, de redes de corrupción”, dijo Adriana, con lo que sustenta el creer que sí puede haber un cambio cuando la presidencia de México la lleve una mujer.

Enrique Peña Nieto y Rosario Robles
Las codirectoras de Tojil afirman que el caso de Rosario Robles ejemplifica cómo afecta distinto a las mujeres las redes de corrupción en los círculos de poder

Por eso, la abogada asegura que hay que darle oportunidad a cualquiera de estas dos mujeres que encabezan las preferencias del electorado en el actual proceso. “Me da igual cuál de las dos (gane). Hay que darle la oportunidad a alguna de las dos mujeres que lleguen de asumir su liderazgo desde una parte, desde una visión muy femenina. Rompiendo, incluso, con cómo se venían haciendo las cosas anteriormente y darle un voto de confianza y de apoyo”, señaló.

“Yo, como mujer, quiero que cualquiera de las dos que llegue cuente conmigo para darles todo el apoyo que haya en mi tema, que es la corrupción. Y supongo –y espero– que las empresarias y todas las mujeres acojamos esta oportunidad como una oportunidad de realmente apoyar a estas mujeres que llegan. No lo van a hacer solas. El cambio no va a venir sólo por una decisión; va a venir sólo si las arropamos, y para mí es una gran noticia. No me importa cuál de las dos llegue. Pero que las arropemos y les permitamos tomar decisiones, rompiendo con cómo se venían haciendo las cosas”, puntualizó.

Adriana Greaves y Estefanía Medina cofundadoras y codirectoras de Tojil
Adriana Greaves y Estefanía Medina cofundadoras y codirectoras de Tojil, A.C.

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Claudia o Xóchitl: Su reto es romper con el pasado y profesionalizar el combate a la corrupción

Por su parte, Estefanía Medina señaló que quien llegue a la presidencia de la República tendrá que romper forzosamente con el pasado.

“Yo creo que las dos están en la posición de hacerlo y es porque quien ya está ahí es quien va a dirigir la política del país y quien va a determinar a qué le vas a poner la fuerza. Yo tengo una visión menos romántica y más técnica con respecto al combate a la corrupción. Comparto con Adriana lo que ella dice que si llegan mujeres (a la presidencia) hay que apoyarlas y que hay que hacer equipo. Pero el combate a la corrupción se ha visto, sobre todo en los últimos seis años, como algo que depende del liderazgo o el entusiasmo de una persona a nivel global”, explicó Estefanía.

Adriana Greaves y Estefanía Medina cofundadoras y codirectoras de Tojil
Adriana Greaves y Estefanía Medina cofundadoras y codirectoras de Tojil, A.C.

Para Estefanía, es necesaria la colaboración de sociedad y gobierno para que el combate a la corrupción no quede únicamente en el discurso y no sea un monopolio de las autoridades, sino que que requiere de la presencia obligada de la ciudadanía.

“Los ciudadanos tenemos que estar ahí, porque ellos (las autoridades) se van; el que sea, la que sea va y viene, pero los ciudadanos no. Entonces, creo que es el momento de empoderar esos sectores, trabajar de manera coordinada y el factor clave es usar la técnica. Invertir en recursos, en inteligencia, planeación decisiones”, añadió.

“Si me preguntas si ellas quieren hacerlo, claro que pueden hacerlo, si quieren ponerle voluntad, gente capacitada, planeación, resultados claros y dinero para ejercer eso. En ese caso vamos a ver un cambio de nuestro país. Si por el contrario nos quedamos sólo en la narrativa o en pensar que la persona (que llegue a la presidencia), por su buena voluntad, lo va a hacer, va a ser un fracaso”, puntualizó Estefanía.

Sociedad y gobierno deben trabajar unidos para combatir la corrupción

En lo que ambas codirectoras de Tojil coincidieron fue en la necesidad de trabajar en conjunto para combatir la corrupción, aunque Adriana insistió en que el que lo más probable es que haya una mujer en la presidencia sí tendrá un peso específico y un aspecto positivo a una posible transformación.

“(Espero) que estas mujeres sí se tomen en serio el combate a la corrupción y no sea un discurso como vimos en los últimos tres sexenios. Yo creo que hoy en día sí podemos estar frente a un líder que ejerza su liderazgo sí a favor del combate a la corrupción evidentemente no va a suceder solo y lo va a tener que planear y va a ser difícil y la sociedad tiene que estar involucrada”, comentó Adriana. “Yo creo que ella sí pueden tener un interés mayor o una posibilidad mayor de sí ejecutar el combate a la corrupción real”, añadió.

En este sentido, nos toca a todos hacer nuestra labor para combatir la corrupción y la impunidad como ciudadanos. Es necesario informarnos, aprovechar la tecnología, difundir, hablar del tema y con ello contribuir a generar una cultura de conocimiento y de respeto a la justicia, una cultura de derecho y de entender cómo las microcorrupciones dan cabida a un sistema corrupto en el nivel macro.

“En México es un negociazo y hay muchísimos estímulos para ser corrupto, porque hay un 99 por ciento de probabilidad de que nadie se dé cuenta y si se dan cuenta, nunca te van sancionar, y aunque te sancionen, no te van a quitar tu dinero”, explica Adriana, quien asegura que “robar y ser corrupto es bien visto socialmente”, en México.

“O sea, tú tienes a tu compadre presumiendo que es facturero o el amigo de no sé quién diciendo ‘Ay, qué padre, yo no pago impuestos’. Yo lo que digo es que sí debe haber un costo social y creo que nos ha costado mucho trabajo los mexicanos imponer ese costo social”, enfatizó.

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