La última primera ministra que nombró Isabel II renuncia a su cargo
Con su salida, Liz Truss se convierte en la funcionaria que menos tiempo ocupó el cargo en la historia del Reino Unido, tras un periodo muy difícil en la vida reciente del imperio.
Liz Truss estaba destinada a hacer historia, para bien o para mal; primero porque se convirtió en la 15 primera ministra a la que Isabel II le pidió que formara un gobierno a su nombre, también fue una de las últimas personas en ver a Lilibeth antes de que muriera el 8 de septiembre.
Hoy Liz una vez más aseguró que su nombre se inmortalice, aunque no de la forma más positiva, ya que se convirtió en la primera ministra en ocupar menos tiempo el cargo en toda la historia del Reino Unido. En su discurso de salida, conocimos la importancia que tiene aún la figura del monarca.
Publicidad
Truss explicó que "establecimos una visión de una economía de alto crecimiento y bajos impuestos que aprovecharía las libertades del Brexit. Sin embargo, reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui elegida. Por tanto hablé con Su Majestad el rey para comunicarle que renuncio como líder del Partido Conservador".
Con esto sabemos que the Crown takes presence: la decisión fue comunicada y aceptada por Carlos III, a tan sólo 44 días de que su mamá le pidiera a Liz que dirigiera el destino de Downing Street. La explicación de cómo Truss perdió el control del gobierno británico es realmente simple.
¿Por qué Liz Truss perdió el control del gobierno?
Durante su campaña, la actual primera ministra prometió a los británicos que impulsaría una plataforma para "generar crecimiento", pero logró justamente lo contrario. Su política fiscal favoreció a los más ricos e hizo que la libra perdiera su credibilidad en el mundo entero.
La gente en Reino Unido, además de preocuparse por el aumento de la inflación y de las facturas de energía (¡gracias, Rusia!), ahora también debía estar al pendiente de cómo iban a resolver un alza en las tasas de hipotecas y vieron como su economía se puso en peligro.
Publicidad
A Liz no le quedó más que aceptar en días pasados, antes de irse, que había cometido varios errores y que fue "demasiado lejos y demasiado rápido" con sus reformas económicas. Truss entendió todo mal y se enfocó en hacer "crecer a RU", cuando las preocupaciones de la gente, después de enterrar a su pilar más fuerte, son otras.
Tras el paso del furor que provocó la repentina muerte de la reina Isabel II y las preocupaciones por los "berrinches" del rey Carlos III, ahora una vez más los ojos británicos están puestos en resolver la profunda crisis del costo de la vida y la economía, seguidas del cambio climático, el NHS y la inmigración.
Si podemos agregar algo más a la lista de los expertos es la coronación del rey Carlos III, quien para adecuarse a los tiempos más modernos decidió que acortará en todos los sentidos la ceremonia que se realizará el sábado 6 de mayo de 2023. Parece que la modernidad que impulsa el monarca no encontró eco en Liz y se tuvo que ir.
La pérdida de su principal sostén, la reina Isabel II, provocó mayor agitación en la vida pública británica, ya golpeada por la pandemia de Covid-19, la invasión en Ucrania y la falta de certeza que sienten hoy los british, por lo que la caída política de Liz llega para plantear la urgencia de un nuevo líder y que Su Majestad se afiance en el trono.