Pasó a la historia como el político de alternancia que terminó con más de 70 años de priismo desde Palacio Nacional, y como el primer mandatario mexicano en romper estereotipos en vestuario, discursos y relaciones diplomáticas con Estados Unidos y Latinoamérica.
Su estilo, ideales y frases célebres lo mantienen tan vigente y mediático como siempre, sobre todo en las redes sociales, donde se ha convertido en una de las voces más activas (y divertidas) hasta hoy, que celebra 80 años de vida.
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SUS PRIMEROS PASOS (y primer "presidencia")
Aunque nació en la Ciudad de México el 2 de julio de 1942, presume orgulloso que es del Rancho San Cristóbal, Guanajuato, donde, según su página oficial, centrofox.org.mx, "disfrutó su niñez y juventud con vecinitos de su comunidad, en la que lo único que hacía diferente su vida con la de ellos, fueron las oportunidades que él sí tuvo y que a otros se les negaron”.
De padre mexicano y mamá española, Fox Quesada estudió Administración de Empresas en la Universidad Iberoamericana de León, Guanajuato, que complementó con un diplomado en Alta Gerencia impartido por profesores de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard.
Para 1965, con 23 años cumplidos, el futuro mandatario entró a Coca Cola Guanajuato, donde llegó a supervisar las rutas de distribución de la transnacional. Cinco años después era ya director nacional de operaciones, pero su carrera en la empresa refresquera no terminó ahí, sino que llegó hasta la parta más alta; la presidencia de la división de América Latina (el ejecutivo más joven en la historia de la compañía).
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DE COCA COLA A LOS PINOS
Su trabajo en la refresquera lo alternó con su puesto como “secretario del ramo agropecuario” en el llamado “gabinete alternativo” del entonces ex candidato panista a la presidencia, Manuel “Maquío” Clouthier, quien perdió la presidencia ante el priista Carlos Salinas de Gortari en las controvertidas elecciones federales de 1988.
Nunca ha negado de sus raíces de campo y que creció un contexto agrícola, de hecho fue parte de su estandarte durante su campaña presidencial del año 2000, donde despertó muchas expectativas entre el padrón electoral del país, en el que ya era conocido por haber tenido una diputación federal por Guanajuato en 1988, y por haber estado al frente del gobierno de su estado de 1995 a 1999.
Para el 2 de julio de 2001, meses después de asumir la presidencia (aplastó al PRI con casi 42.5% de los votos) y en su cumpleaños número 59, se casó con su ex portavoz de campaña, Marta Sahagún, con quien meses antes había entablado una relación.
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El mandatario tenía ya cuatro hijos adoptados con su primera esposa, Lilián de la Concha, de quien se divorció tras 26 años de matrimonio. De la Concha murió en junio de 2020. Sus hijos, Vicente, Paulina, Ana Cristina y Rodrigo, según nos contó Lilián en 2004, se quedaron con su papá tras la separación, pero “ella no los abandonó sino que se los quitaron a la fuerza”, reiteró en una entrevista exclusiva para Quién.
Como haya sido, durante su sexenio, el presidente se mostró cercano a sus hijos, aunque éstos, salvo Ana Cristina, estuvieron alejados de los reflectores, incluso después de su salida de Los Pinos en 2006, cuando el ex mandatario se mudó a su rancho de Guanajuato con Martita Sahagún.
Hasta hoy, Vicente Fox sigue en la discusión política nacional desde sus redes sociales y su gestión al frente de Centro Fox (junto con Sahagún). Es hoy por hoy uno de los detractores más grandes del presidente López Obrador y su administración, pero lo mismo participa en debates públicos y privados sobre la legalización de la marihuana y la política exterior del país.