Tenemos gobernadoras, integrantes de la Suprema Corte, secretarias federales y una presidenta del Senado. Este grupo de mujeres demuestra que, además de madres, son excelentes servidoras públicas.
La política es todavía un mundo patriarcal, pero hay mujeres que dan la cara por una equidad de género cada vez más justa, en la que incluso quienes tienen hijos son capaces de llevar un puesto público con determinación y profesionalismo.
Este 10 de mayo hacemos un reconocimiento a aquellas mamás que, además de coordinar el funcionamiento de un hogar, están al pendiente de sus hijos (ni hablar de sus parejas), y de todo lo que implica ser mujer y tener un puesto público relevante.
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Marina del Pilar Ávila, gobernadora de Baja California
Nació en 1985, es abogada y ex presidenta municipal de Mexicali, puesto al que llegó tras pedir licencia y dejar su lugar como diputada federal en el Congreso de la Unión. Todo esto, además de tener el cargo político más importante de su estado, lo ha hecho en los últimos cuatro años, período de tiempo en el que también se convirtió en mamá.
Esta morenista ha demostrado que todo es posible, incluso en un medio machista en el que una “cuota” de mujeres parece estar de moda, pero que en esencia es un derecho del género femenino de este siglo, y por el que se ha luchado desde hace varias décadas, como lo mencionó Marina en sus campaña para gobernadora, donde obtuvo el 48.18% de los votos.
Pero más allá de los casi 400 mil bajacalifornianos que votaron por ella, Ávila Olmeda ha demostrado a la clase política nacional que se puede llevar la administración pública con la misma fuerza que cualquier hombre. Es común verla con jeans y tenis, casco y botas de trabajo, e incluso gorra y pañuelos para acompañar a grupos de madres que buscan a sus hijos desaparecidos en el desierto, al mismo tiempo que está pendiente su casa, donde a diario la espera su esposo y sus cuatro hijos; dos de un matrimonio anterior de su pareja, la hija de ambos, y Diego, que nació dos meses después de haber tomado protesta como gobernadora.
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Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Cámara de Senadores
No es poca cosa ser la primera mujer en tener el puesto de secretaria de Gobernación, el segundo más importante del país después de la presidencia, y ahora estar hasta arriba de la mesa directiva del Senado de la República.
Esta senadora, uno de los personajes políticos más cercano a Andrés Manuel López Obrador, es una protagonista absoluta de la política nacional de los últimos años, con puestos top como el de ministra de la Suprema Corte.
Es abogada y notaria de profesión, está por cumplir 75 años y parece no cansarse nunca, pues a pesar de sus múltiples compromisos, es bastante dedicada a su esposo y sus tres hijos, que aunque ya son mayores, no tiene ningún problema con consentirlos con sus platillos favoritos (incluyendo a los nietos).
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Tatiana Clouthier, secretaria de Economía
La también morenista de origen sinaloense ostenta desde enero del año pasado, uno de los puestos más importantes del gabinete presidencial de López Obrador, desde donde se regulan, administran y fomentan las industrias, el comercio y la prestación de servicios en el país.
Tatiana, conocida por muchos como la “integrante rebelde” de la familia Clouthier (con una gran tradición en el Partido Acción Nacional), es una mujer con estudios en lengua inglesa, una maestría en Administración Pública y varios diplomados en universidades de prestigio mundial como Harvard y la George Washington University.
Clouthier está casada con el empresario José Martínez, quien nunca ha tenido interés en la política, más allá de los distintos puestos que ha tenido su esposa. Ambos tienen dos hijos, María y Lucas, ya profesionistas, pero igual de consentidos por su ocupada madre.
Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México
No nos extraña que su nombre suene fuerte para las elecciones federales de 2024, porque la actual “gobernadora” de la entidad más densamente poblada de México, es una mujer que se ha puesto al tú por tú con los hombres más poderosos e influyentes del país.
Su carrera en la política no empezó el 5 de diciembre de 2018 cuando tomó protesta como jefa de gobierno, tras conseguir un 80% del electorado, dejando de lado al hasta entonces “todopoderoso” PRD capitalino. Sheinbaum es una estudiosa de la ciencia, activista y escritora que ha tenido cargos en la Secretaría de Medio Ambiente del entonces Distrito Federal (de 2000 a 2006, cuando López Obrador era Jefe de Gobierno, y también fue delegada en Tlalpan de 2015 a 2017.
Tiene estudios como una licenciatura en Física por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde también logró una Maestría en Ingeniería Energética y un Doctorado en Ingeniería Ambiental. Tiene dos hijos; Mariana Díaz Sheinbaum, de 34 años, y Rodrigo Imaz Alarcón, de 40, hijo de su ex esposo Carlos Ímaz Gispert y su primera esposa. Claudia y Rodrigo tienen una excelente relación y Sheinbaum no tiene problema en referirse a él como su hijo, pese a su separación con ímaz en 2016.
Carolina Viggiano, la nueva generación
En junio próximo habrá elecciones en seis estados, donde hay varias precandidatas que suenan fuerte para convertirse en las próximas gobernadoras, como Carolina Viggiano, del PRI, PAN, PRD, que será la abanderada de esta exitosa alianza (Va por México).
Carolina buscará que Hidalgo (en donde nunca ha existido alternancia en el poder) no quede en manos de Morena, tras haber sido diputada federal en dos ocasiones, además de funcionaria pública al dirigir el Consejo Nacional de Fomento Educativo, CONAFE, y haber fungido como secretaria nacional del Partido Revolucionario Institucional.
Tiene dos hijos, Juan Pablo y Diego, con el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados y ex gobernador de Coahuila, por lo que es cercana a los temas sociales por haber sido primera dama. Su círculo político incluye a Marko Cortés, presidente del PAN, y los dirigentes nacionales del PRI y PRD.