Hubo de todo entre los más de 700 invitados del evento, entre personajes del medio artístico, político y social, pero todos de primer nivel, incluyendo a las familias de los novios. Ludwika había dicho que se trataría de una boda sencilla, pero cuando una protagonista de telenovelas se desarrolla por 30 años a través de la pantalla de Televisa, y además se casa con el hijo más popular y mejor parecido de un ex presidente, nada puede ser pequeño ni austero.
Quienes estuvieron ahí dicen que fue una celebración lujosa y exclusiva, empezando por la decoración de la capilla de la hacienda, donde fue la ceremonia religiosa. La ex hacienda henequenera está acondicionada para eventos de este tipo y es una de las más solicitadas de la península de Yucatán.
Fueron los mismos novios quienes autorizaron la distribución de las fotos de la boda, que llegaron a medios internacionales de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, en las que pudimos ver a una novia con vestido strapless, ceñido al cuerpo, asimétrico y con una apertura hasta las rodillas. Ella siempre se ha caracterizado por un arreglo sobrio, por lo que optó por un peinado y maquillaje sencillos.