Cinco puntos para entender la Reforma Eléctrica de AMLO

¿Qué propone realmente?

Según las propuestas de Andrés Manuel López Obrador, esta nueva norma propone una transición ordenada a las energías limpias a través de un fortalecimiento a las plantas hidroeléctricas del país. “¿Y cómo se garantiza la transición hacia las energías limpias? Que tengan posibilidad de generar más energía las hidroeléctricas, invirtiendo para modernizar, cambiando turbinas y equipos para producir el doble de lo que se produce actualmente”, dijo el presidente cuando presentó la propuesta, en octubre del año pasado.

La idea, dijo en la mañanera del 15 de octubre, es que se garanticen tarifas justas por el servicio de energía eléctrica a todos los usuarios a través de una reforzada Comisión Federal de Electricidad, y que ésta tenga prioridad como empresa del Estado sobre las privadas.

Las modificaciones incluyen al litio, un mineral “blando” de gran importancia económica mundial que es utilizado en la producción de celulares, computadoras y autos eléctricos y cuyo control de explotación también quiere ser recuperado por el gobierno federal.

¿Qué tiene que ver Estados Unidos?
Ante esta propuesta en discusión, el gobierno de EU ha dicho que está “verdaderas preocupado por el posible impacto negativo” de esta reforma respecto a los intereses de las empresas e inversiones estadounidenses en esta materia. Es un hecho que se verían afectados los intereses de los vecinos del norte al limitarse las ventas de energía a proyectos privados realizados por extranjeros en territorio mexicano, como lo han externado miembros del gobierno estadounidense, así como asociaciones empresariales del ramo energético.

“En cada reunión transmitimos las verdaderas preocupaciones del gobierno de Biden-Harris sobre el posible impacto negativo de las reformas energéticas propuestas por México en la inversión privada estadounidense. La reforma también podría obstaculizar los esfuerzos conjuntos entre Estados Unidos y México relacionados con las energías limpias y el clima”, dijo a través de un comunicado la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer M. Granholm.

El presidente mexicano dice tener conocimiento de las inconformidades de los empresarios de la unión americana, a quienes también se le han unido consorcios energéticos canadienses. Hace unos días, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, visitó al presidente en Palacio Nacional. “El gobierno de Estados Unidos respeta la soberanía de México y sus procesos democráticos. Es en este tenor de cooperación y respeto que nos preocupa que la Ley de la Industria Eléctrica de 2021”, dijo el diplomático a través de Twitter.

Aspectos ecológicos
La comisión medioambiental de la cámara de senadores, integrada por el PAN, PRI, Verde Ecologista, Partido del Trabajo y Morena, avaló hace una semana la reforma energética con 17 votos a favor y 14 en contra. La mayoría coincide en una modernización de los procesos de producción energética y la revisión de contratos justos.

¿Pero qué hay del impacto ecológico de la nueva ley? Según organismos estadounidenses (como el Laboratorio Nacional de Energía Renovable), las emisiones de carbono aumentarán entre un 26 y un 65 por ciento al tiempo que se incrementarían los costos de generación de electricidad.

También se limitarían las concesiones a empresas privadas y extranjeras (cuyos contratos anteriores podrían ser encontrados como “ilegales”), pero cuyos métodos energéticos son considerados como limpios al emplear y generar energía eólica y solar. El presidente y sus propuestas han recibido fuertes críticas en este sentido, pues, señalan, impulsan los combustibles fósiles por sobre los ecológicos, pero el mandatario ha dicho en varias ocasiones que no es así.

El papel de la oposición
López Obrador está consciente de que su ley energética podría no tener luz verde. Sabe que la última palabra la tendrá el Congreso de la Unión, cuya mayoría no es totalitaria para Morena. “En el caso que impidan la reforma constitucional, que puedan más los legisladores que representan los intereses creados, en ese caso, que sepan que de todas maneras no van a poder disponer del litio”, dijo el ejecutivo nacional en la mañanera del 8 de abril.

Hace unos días la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que la propuesta energética del presidente es constitucional, acto que AMLO calificó como "patriótico e histórico”, pero la opinión de los diputados y senadores es distinta, y la discusión de la ley está por iniciar.

Hasta ahora, los grupos más numerosos, los del Acción Nacional y el Revolucionario Institucional, han comenzado a dialogar con sus compañeros de Morena, lo que podría hablar de un bloqueo no totalitario a la ley, de la que ya se han empezado a hacer algunas modificaciones. Recordemos que en las elecciones de junio pasado, el partido oficial perdió el control mayoritario en las cámaras, ante un desgastado PRI, un PAN dividido y un casi extinto PRD.

El futuro de la iniciativa
No solo las autoridades energéticas de Estados Unidos, algunos empresarios y hasta la Canacintra (Cámara Nacional de la Industria de Transformación) se oponen a esta ley, también están las posibles alianzas de la oposición política mexicana, cuyo papel más importante recaerá en el PRI y el PAN.

Hasta el momento, la reforma sigue pendiente de aprobación. Las sesiones definitivas para discutir la iniciativa están por empezar y, hasta ahora, el PRI ha dado señales de votar en contra, algo que fue visto con agrado por parte del líder panista, Marko Cortés.

Se habla de algunas modificaciones o contrapropuestas por parte de la oposición, que desde hace unos meses se están negociando, como suele pasar en la mayoría de las iniciativas de ley. La nueva norma podría votarse, al menos en la cámara de diputados, durante este mes.