Así fue el encuentro de Lourdes Mendoza con su 'verdugo', Emilio Lozoya

Como sea, Mendoza ya tenía un nombre antes de Emilio Lozoya, quien en agosto de 2020 la acusó de recibir una bolsa Chanel con valor de entre cinco y seis mil dólares, supuestamente comprada con dinero de Odebrecht.

#LadyChanel se convirtió en trendic topic y la credibilidad de la periodista se vio en juego sin importar que la acusación venía de un supuesto criminal confeso acusado de corrupción. "Fue por eso que cuando yo me paré ese día en el Hunan fue para defender mi honra, mi trabajo, mi nombre y el de mi hija", aceptó.

Después del incidente de la bolsa, en el que también se habló de una supuesta colegiatura para su hija, Lourdes denunció a Lozoya por daño moral. Desde entonces, dice la periodista, empezó la verdadera batalla porque cuando se convirtió en Lady Chanel pocos fueron empáticos con ella.

Los titulares eran Una bolsa confronta a Lourdes Mendoza y a Emilio Lozoya. "Todo fue dado por hecho, sin pruebas y sin presunción inocencia, como diciendo 'Ah, claro, es vieja y a las viejas se les regalan bolsas'", dice Mendoza.

Un restaurante de lujo y una tienda cerrada

Tras su detención en España, en febrero de 2020, el ex director de Petróleos Mexicanos —durante la administración de Enrique Peña Nieto— acusado de recibir sobornos de la firma brasileña Oderbretch, llegó a México.

Dice Lourdes que fue el mismo papá de Lozoya quien empezó las negociaciones con el gobierno mexicano para el regreso de su hijo, algo que ocurrió con "ciertas irregularidades", como dice Mendoza.

Lozoya llevaba ya un proceso con las autoridades mexicanas, pero Lourdes tenía uno más y era con el mismo Emilio, quien trató de desacreditar el profesionalismo periodístico de la columnista. Meses después, cuando llega el momento probatorio de la demanda, Lourdes tuvo que demostrar que no hubo tal bolsa.

La segunda mentira, según nuestra entrevistada, fue el lugar de la supuesta compra porque la tienda Chanel de Polanco cerró en 2011 y Lozoya afirma que "el regalo" a la periodista se dio entre el 2013 y 2014.

Ser Lady en las redes fue lo de menos, afirma. Lo peor, dice Lourdes, es que se metieron con su hija. "Dicen que alguien regresó y que le dijo: 'Dice la señora que se ve muy guapa, pero que también necesita la colegiatura de su hija'. Mi hija estaba en maternal y kinder 1, hoy tiene 10 años y no se merecía ser la hija de Lady Chanel".

Cuenta que fue por eso que cuando le avisaron que el ex funcionario estaba en el restaurante Hunan se lanzó para allá sin pensarlo: "No hay reportero sin suerte, así que llegué, me puse el tapabocas y entré a pesar de que estaba muy nerviosa porque me iba a encontrar con mi verdugo, con quien por un año tuvo mi vida miserable".

Cuenta Lourdes que temblaba y sudaba mientras sentía miedo y enojo. "Peinó" el salón principal y no vio nada hasta que subió a la terraza, donde finalmente lo encontró.

Se acercó y tomó las cuatro fotos que ya todos conocemos. "Lo único que alcancé a decirle es 'No estás arraigado, traes brazalete' y es cuando le grita al mesero '¡Camarero, camarero!', pero yo me di la media vuelta y me fui". Para sorpresa de Lourdes, al presentar las fotos trataron de desacreditarlas diciendo que eran imágenes viejas o que ella no las había tomado, entonces volvió el miedo de que el acusado inventara algo nuevo sobre ella.

Sintió algo de calma cuando a principios de noviembre de 2021, Lozoya fue detenido. Se dice que las fotos de Lourdes cambiaron el rumbo del caso cuando la Fiscalía concluyó que Emilio tenía la capacidad y los contactos para escapar del país.

Dice que confía en que Lozoya se quede en la cárcel y que no se ponga en duda su trabajo de casi 25 años en medios como Reforma y El Financiero. "Se me señala de forma peyorativa como una periodista de sociales, pero lo que pocos saben es que al cubrir esta fuente, se aprende mucho de los poderosos porque cubres al ser humano y aprendes a leerlos en su día a día".