El mandatario, de 68 años, ingresó el viernes al hospital de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para someterse al cateterismo, una "exploración en las arterias y en el corazón" después de que hace 15 días se hizo "una prueba de esfuerzo”, según expuso.
El Gobierno desató el viernes una controversia por el manejo de la comunicación porque el presidente fue al médico tras su conferencia matutina, pero no se informó del hecho hasta en la tarde y sin detalles de su estado de salud.
López Obrador expresó este sábado que el procedimiento ya estaba programado, pero lo pospuso tras contagiarse de Covid-19 la semana pasada. "Encontraron que estaban bien las arterias, sin obstrucción y tardaron media hora en todo el proceso, luego me llevaron a la habitación, me siguieron hidratando", aseguró.
La salud del mandatario ha llamado la atención porque se ha contagiado dos veces de covid-19, la primera vez en enero de 2021. Además, el político izquierdista padece de hipertensión y sufrió un infarto agudo de miocardio en diciembre de 2013, por lo que en ese momento se sometió a una cirugía coronaria.
"Desde entonces, periódicamente estoy checándome, tomo medicamentos para tener controlada la presión todos los días y fui al hospital hace 15 días, me hicieron la prueba de esfuerzo y los médicos, los especialistas decidieron que tenían que hacerme un cateterismo", relató ahora.
El gobernante confió en que llegará al final de su sexenio en septiembre de 2024. Aun así, reveló que tiene "un testamento político" en caso de emergencia para "garantizar la gobernabilidad".
"No puedo gobernar un país en un proceso de transformación, no puedo actuar con responsabilidad, además con estos antecedentes del infarto y la hipertensión, mi trabajo que es intenso, sin tener en cuenta la posibilidad de una pérdida de mi vida. ¿Cómo queda el país?", manifestó.