A Biden no le fue nada mal en las elecciones de 2020, donde gracias a los 81 millones de votos a su favor, acabó con las aspiraciones de Donald Trump de un segundo mandato, y lo elevó a los más altos índices de popularidad en la historia del país. Hoy los estadounidenses tienen una percepción muy distinta de su presidente, quien tomó protesta con una aprovación de casi el 60%.
De poco han servido la buena de imagen de su esposa, la llegada de sus perros a la Casa Blanca y una dinámica cuenta de Instagram, pues los niveles de aceptación del ex vicepresidente de Barack Obama están por los suelos, tras una serie de polémicas en las que se ha visto envuelto.