Aunque aún no sabemos si la escritora confió en alguno de sus diseñadores de cabecera (la firma Mussi o Celsa Villarino y Luciana Corres), sí es un hecho que su look fue un claro homenaje a la tradición de las y los tejedores de las zonas de occidente (Zacatecas), centro (Tlaxcala) y sureste (Oaxaca) del país.
La periodista optó por un tradicional sarape, prenda que combina las tradiciones mesoamericana (el uso del algodón, tintes y diseños) y la europea en el proceso de preparación de la lana hasta el montaje del telar. La profesora llevó al AMLOFest y al informe uno de cuello color hueso, de mangas amplias y patrones que fusionan las rayas, los triángulos y el zigzag.
El gabán de la investigadora remata en una especie de faldón de barbas confeccionadas con el mismo hilo. Sobria y ad hoc a la temporada decembrina, por debajo del cotón utilizó una falda en línea "A", una blusa cuello Mao y medias, todo en negro.
Como accesorios utilizó un cinturón con maxi hebilla, aretes largos de plata y stilettos también en noir. Su pelo decidió sujetarlo en un elegante moño y, en cuanto al maquillaje, optó por tonos neutros con leve protagonismo en las sombras de ojos y un lipstick de tenue rouge.