Adolfo Cerqueda, gay, papá soltero, bailarín y próximo alcalde de Ciudad Neza

Adolfo no le tiene miedo a nada. Alguien que creció en una familia dedicada al comercio, acosado desde niño por tener un comportamiento femenino y con condición de Síndrome de Tourette aprende a superarlo todo, así que contender por la alcaldía de Ciudad Neza no sonaba descabellado, así que tomó el reto y ganó.

Llegó a la política de manera circunstancial, como le gusta llamarlo. Fue por medio de una asociación civil para personas con adicciones en la que participa desde que era niño, así que tocar puertas para gestionar recursos y solicitar apoyos no es nada nuevo para él.

Ya en la prepa tuvo un acercamiento más formal con la administración pública cuando hizo su servicio social en el gobierno de Neza, hace 21 años. Ahí lo invitaron a tener una mayor participación en coordinaciones municipales que continuaron incluso mientras estudiaba Ciencias Políticas y Administración Pública.

Siempre le gustó ayudar y se preparó para hacerlo de forma seria y formal, pero no abandonó sus otras pasiones: la danza y el teatro, que no eran bien vistas por algunos, pero para Adolfo ser bailarín ejecutante y participar en ensambles, cantar en el Coro gay de la Ciudad de México y tener un lugar en el colectivo de danza México de Colores no era un obstáculo para sus planes profesionales.

De los escenarios a la política

Empezó en una fracción del PRD, partido del que separó hace unos años para formar un grupo independiente, hoy dado de alta ante el INE como Agrupación Política Nacional. En México, un partido y una APN son casi sinónimos, sólo que las agrupaciones se mantienen con sus propios recursos.

Este año, para el proceso electoral del 6 de junio, Morena abrió la posibilidad de tener candidatos externos a su partido y contender juntos por municipios como Ciudad Nezahualcóyotl. Era una buena oportunidad para Adolfo, así que la tomó.

“Si me hubieran preguntado hace unos meses si me veía siendo presidente municipal electo, les habría dicho que seguro estaría haciendo otras cosas”, nos contó Cerqueda por teléfono, quien hasta hace poco era director del Instituto de Cultura Física y Deporte de su municipio. Su currículum incluye también haber sido síndico municipal, llevar la coordinación de un gabinete local, dirigir una comisión en el Senado de la República y una más en la Cámara de Diputados del Estado de México.

“Muchas de esas actividades las hacía de forma alterna a otras como la capacitación a empresas y corporativos, pero yo soy coach, artista y además deportista de alto rendimiento desde niño, así que algo intrínseco en mi vida es la disciplina, y cuando esta se fusiona con el servicio público, los resultados son distintos".

Su proyecto de gobierno fue evaluado a detalle por Morena y los convenció de abanderarlo. Está pensado, dice Adolfo, para ese millón 200 mil habitantes que colindan y coexisten con alcaldías capitalinas como Iztapalapa, Iztacalco, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza.

Ciudad Neza es uno de los municipios que más contribuye a la economía del Estado de México y que mayor conexión económica tiene con la Ciudad de México. Su economía es fuerte, pero no cuenta con hospitales de especialidades y carece de espacios para las mujeres víctimas de violencia, discapacitados y la comunidad LGBT. “Para ellos también quiero gobernar”, dice Adolfo, quien recién cumplió 39 años.

“El gran reto que tenemos es estar a la altura del siglo XXI e implementar políticas públicas que hagan que se voltee a ver a Neza por lo bueno y no por lo malo que se dice, y quién mejor que yo para hablar de lo que es el juicio social”, agrega en tono serio.

Se requiere “discreción”

Nuestra pregunta fue directa: ¿Te han pedido que ocultes tus preferencias? “Sí y es algo que sigue ocurriendo. Les digo que no es que sea necesario decir que soy gay porque, si bien no es una bandera con la que navego, mi libertad la llevo desde quien soy y eso es lo que me mueve. En casa siempre tuve el apoyo de todos, no tuve que salir del clóset porque no hubo necesidad”.

Su padre, quien falleció hace algunos años, siempre le mostró amor incondicional, cariño y respeto, al igual que su mamá, a quien hoy por hoy le cuenta todo. Ellos le dieron fuerza para salir y mostrarse ante la sociedad a pesar de crecer siendo un niño doblemente discriminado y enjuiciado por ser gay y tener el síndrome de Tourette.

“Yo era el niño que sufrió bullying desde la primaria, el adolescente "loquito" o enfermo que se movía. Eso es algo muy fuerte porque no sabes qué pasa a pesar de que eres consciente de que hay algo diferente, pero lo tienes que enfrentar porque entras a la secundaria y ves que es cada vez peor”.

Dice Adolfo que llegó un momento que ya no quería ir a la escuela porque notó que sus ademanes femeninos eran cada vez más marcados a pesar de sus intenciones de disimularlos. Hoy es algo que ya no le importa, aunque grandes especialistas en imagen y política le han sugerido que oculte su orientación porque simplemente no es necesario externarla. Él les contesta que tampoco es algo que se tenga que ocultar y debería ser tomado con normalidad.

Durante la campaña hubo eventos públicos con discursos de odio en su contra. Se referían a él como “el de dudosa reputación”, “del torcido o desviado”. Se generó una campaña con fotografías suyas en teatro musical, en las que aparece con poca ropa e incluso tacones. “Es arte, pero si ellos no lo entienden, es su problema”, agrega Adolfo.

Eran fotos de sus redes sociales que incluso meses atrás le habían sugerido borrar. No imaginó que incluso harían videos editados simulando su participación en un supuesto video porno gay.

Su propia familia

Denunció todos los actos de discriminación que padeció, pero lo peor fue cuando pretendieron utilizar a su hijo de 11 años, algo que no estaba dispuesto a tolerar. “Siempre ha tenido una comunicación muy clara y directa con él, así que cuando lo hablamos me dijo que no me preocupara porque así eran los haters”.

Cuenta orgulloso que su hijo es su motor y que la paternidad es algo que él mismo planeó y acordó. “Hice todo lo que tenía que hacer para ser papá. Si le preguntas a mi hijo cuál es su naturaleza, responde que su papá quería ser papá y entonces buscó a una mujer con la que llegó a un acuerdo para que me pudiera tener y ahora somos felices”.

Dice que la paternidad le cambió la vida a pesar de los comentarios de gente cercana, como amigos y familiares, que le decían que no era posible por el simple hecho de ser gay. Hoy es “casi suegro” pues su hijo tiene ya una “galana” del colegio, a quien por ahora ve sólo a través de las redes sociales por cuestiones de pandemia. Ambos se cuentan todo. Adolfo es quien se encarga de él, lo ayuda a levantarse y prepararse para la escuela, como cualquier buen papá.

En cuanto al amor, se confiesa soltero. Está consciente de que al parecer no habrá primer caballero en su administración, pero de lo que está seguro es de que tomará con todo el reto de gobernar uno de los municipios más poblados y conflictivos del país. “Estoy seguro que pondré alma, vida, pasión, compromiso y corazón en ser presidente municipal de una de las alcaldías más importantes del Estado de México, de que mi historia está haciendo historia en la política del país y lo digo sin ego y con mucha responsabilidad”.