“¿Qué hay de cuando el gobierno actual no es muy claro a la hora de dar información?”, le preguntamos, a lo que se toma unos segundos y responde. “En el fenómeno de comunicación política de la 4T hay que analizar la excesiva centralización hacia la voz del presidente y la ausencia de otras voces. Es explicable pero no puede seguir así porque cuando se desacredita a la única voz, se desacredita a todo el movimiento”, explica.
En su opinión, el presidente es quien ganó la elección, es la voz fuerte y líder de todo su movimiento, pero no debe ser la única. Dice Jenaro que el presidente es consciente de esto, a pesar de que en las conferencias matutinas en las que siempre es él quien da la cara, pero sin una polifonía de voces que le acompañe.
“Hay muchos frentes en la 4T que podrían expresarse, pero también hace falta un cambio de comunicación política, en un modelo de periodismo acostumbrado a cobrar por mención y ser oficialistas. Esos mismos periodistas siguen y algunos encontraron nuevas fuerzas al toparse con nuevos nichos”.
En cuanto a la comunicación gubernamental sobre el proyecto de vacunación masiva en el país, reconoce que “se está construyendo sobre la marcha. Hay que saber comunicar y explicar, y creo que ha hecho falta algo de todo eso”, agrega.
Cree que López-Gatell es el conductor, la comunicación y valoración de la pandemia en el país. Lo describe como el mejor comunicador del gobierno federal para este tema, “pero volvemos a lo mismo, es sólo una persona y una voz. Se necesitan otras voces. Lo quieren destruir y al hacer eso se viene abajo toda una estrategia, en esta caso de manejo de pandemia”.
“Tenemos muy arraigada la cultura presidencialista en México. Aquí, en cada etapa de nuestra historia, la culpa es de una persona, llámese Salinas, Peña, Calderón o Fox. Hace falta socializar las responsabilidades”.
Le preguntamos también sobre la forma de comunicarse del actual presidente. No lo pensó mucho y contestó: “El tipo de discurso de López Obrador es el resultado de los mítines, además los tabasqueños sienten dos veces, es decir, es doble su intensidad emocional porque son tropicales. Me gusta que él no finge, es lo que es y no va cambiar su forma de enfrentar a los adversarios. Lo que ha tenido que hacer, y le cuesta trabajo, es contenerse y ser jefe de Estado, porque está acostumbrado a ser opositor".