Es tradición en Estados Unidos que la primera dama saliente invite a su homóloga entrante a hacer un recorrido por la Casa Blanca, como una muestra más de la solidaridad que existe entre los poderes en transición. Pero por primera vez en época moderna, esta costumbre no se llevará a cabo.
Melania Trump no cumplirá con esta tradición ahora que Jill Biden se convierta, a partir del 20 de enero, en una de las nuevas ocupantes de la residencia oficial
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"Melania Trump se convertirá en la primera primera dama moderna en no invitar a la mujer que la reemplazará a la Casa Blanca para hacer un recorrido por las habitaciones privadas en el segundo y tercer piso (de la residencia oficial)”, informa el sitio del canal CNN .
Según reportes, hasta la semana pasada la esposa de Donald Trump no había contactado a la doctora Biden para afinar los detalles de la tradicional visita.
Y esto es algo insólito pues ha habido casos en los que las primeras damas no están muy contentas de dar el famoso recorrido, y si embargo, han dejado de lado el sentimiento negativo para seguir la tradición.
CNN relata que por ejemplo, Betty Ford (esposa del ex presidente Gerald Ford) se puso furiosa cuando su esposo perdió la presidencia ante ante Jimmy Carter en 1976. "No importa quién siga después de ti, sabes que no merecían estar allí", dijo una vez.
Luego, quizá por “berrinche”, canceló dos veces la visita que Rosalynn Carter tenía que hacer, aunque finalmente cedió y lo hizo. Cumplió. Se dice que el recorrido fue "breve, pero cordial”.
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Incluso llama la atención que Melania se niegue a hacer lo mismo por la doctora Biden, pues aunque su esposo, Donald Trump, incluso llegó a cuestionar si Barack Obama era verdaderamente estadounidense, Michelle Obama la recibió con los brazos abiertos y la llevó a conocer el segundo y tercer piso de la Casa Blanca.
Según análisis, estas convivencias entre primeras damas son muy productivas, pues incluso consiguen que ambas mujeres tengan una relación más allá de las actividades de sus maridos. Tal ha sido el caso de Michelle Obama y Laura Bush, quienes empezaron una relación en la Casa Blanca y la continuaron mientras los Obama fueron la pareja presidencial; incluso participaron en eventos altruistas.
"Como todos saben, admiro y respeto profundamente a Laura. Y creo que es importante colaborar con la gente que admiras y respetas, independientemente del partido (al que pertenezcan). Eso es lo que hace que una democracia funcione, de verdad". Aseguró Michelle Obama durante un evento en 2016.
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