5 puntos para entender por qué piden cárcel para ex presidente francés Sarközy
Ayer la Fiscalía Nacional Financiera de Francia solicitó para el ex mandatario cuatro años de cárcel, por los delitos de corrupción y tráfico de influencias.
Nicolas Sarközy , ex presidente francés y esposo de la ex modelo Carla Bruni , se enfrenta a un proceso que podría hacerlo tener una condena ejemplar si el tribunal de París que lo juzga por los supuestos delitos de corrupción y tráfico de influencias acepta la recomendación que hizo la Fiscalía Nacional Financiera ayer.
La fiscalía solicitó para el ex presidente cuatro años de cárcel —dos de ellos en encierro y el resto bajo libertad condicional—. A Sarközy se unen en la acusación, que data de acciones en el 2014, su amigo íntimo y abogado Thierry Herzog y el fiscal jubilado Gilbert Azibert.
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Juicio histórico
Nicolas Sarközy se convierte en el primer ex mandatario de Francia, desde la instauración de la V República (1958), en sentarse físicamente en el banquillo de los acusados; lo hizo el pasado 7 de diciembre, en una comparecencia que duró tres horas. Antes que él, Jacques Chirac, su antecesor y mentor político, fue juzgado y condenado.
Al que fuera también copríncipe de Andorra se le siguió un proceso, en 2011, por malversación de fondos públicos, que cometió cuando era alcalde de París, pero debido a problemas de salud nunca compareció ante la corte; lo que hace que Sarközy haga una vez más historia, en la forma menos positiva, en la era moderna.
El ex presidente Nicolas Sarközy utilizó un línea telefónica secreta, bajo el pseudónimo de Paul Bismuth, que fue intervenida por las autoridades galas desde el 2013.(MARTIN BUREAU/AFP)
Un delito llevó a otro
Al inicio, la investigación en contra del ex premier se realizó por el supuesto financiamiento ilegal de su campaña, que lo llevó a la presidencia de Francia en 2007, por parte del fallecido líder libio Muamar Muhamad Abu-minyar el Gadafi. Para saber si pasó o no, las autoridades autorizaron interceptar las conversaciones de Nicolas desde 2013.
De acuerdo con la fiscalía, en las grabaciones de la línea secreta que utilizaba Sarközy, bajo el pseudónimo de Paul Bismuth, se le puede escuchar discutir con su abogado, Thierry Herzog, el posible soborno de Gilbert Azibert, que se desempeñaba como magistrado de la Corte de Casación.
Aziber decidió si permitía el uso de las agendas incautadas a Nicolas en el contexto del caso Bettancourt (pagos ilegales de la heredera de L'Oréal para su campaña de 2007) y en otros procesos. "Me habló de una cosa (el Consejo de Estado del Principado) en Mónaco… Lo haré ascender, lo ayudaré", habría prometido Herzog en febrero de 2014.
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Indignación
Con base en la evidencia, las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias en contra de Sarközy fueron formalizadas en octubre de 2017 y el juicio ordenado un año más tarde. El ex presidente francés expresó desde 2014 que "Gilbert Azibert no obtuvo nada, yo no realicé ningún trámite y fui rechazado por el Tribunal de Casación".
Algo que confirmaron las autoridades monegascas que aseguraron que el ex presidente nunca intervino a favor del magistrado y no hay pruebas materiales que demuestren lo contrario. "Jamás he cometido el más mínimo acto de corrupción. ¡Jamás!", enfatizó el lunes Nicola, pero admitió que había hecho pequeños favores a amigos.
Sarközy acusó a la Fiscalía Nacional Financiera de perseguirlo desde 2013, que se fundó. El jefe de la institución, Jean-François Bohnert, acudió por primera vez a un tribunal para defenderla: "Un proceso no es una venganza privada, pública o institucional. Nadie aquí intenta vengarse de un antiguo presidente de la República".
Una ilustración de Nicolas Sarközy durante su comparecencia en la corte, el lunes 7 de diciembre.(MARIE WILLIAMS/AFP)
Las consecuencias
La máxima pena por los delitos que se le imputan al ex mandatario es de 10 años y una multa de 1.2 millones de dólares, aunque por la recomendación hecha debería enfrentar sólo cuatro y no necesariamente pisar la prisión, ya que podría cumplirla con medidas restrictivas de la libertad —como un brazalete electrónico—.
Otros procesos
Corrupción, financiamiento ilícito y ocultamiento de malversación de fondos públicos en su campaña de 2007 es otra acusación contra Nicolas (2018); se suma la de "pertenencia a una conspiración criminal" y otra por gastar cerca de 43 millones de euros en facturas falsas en su campaña de reelección en 2012 a través de la empresa Bygmalion.
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