Joe Biden , el nuevo presidente de Estados Unidos, ha sufrido profundas pérdidas personales y vio como sus primeras ambiciones políticas quedaron truncadas; aún así el veterano político demócrata logró llegar a la presidencia, tras casi medio siglo en Washington.
Es poco habitual que los perfiles de dos candidatos presidenciales sean tan diferentes, pero en la carrera de 2020 la personalidad cercana de Biden, con sus orígenes modestos se opone a la personalidad exultante de Trump, un hombre de negocios que nació entre privilegios pero que insiste en que es el candidato marginal.
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En su larga carrera hasta la Casa Blanca, que se extiende durante décadas con dos intentos infructuosos, este político optimista radicado en Delaware sostiene todavía que puede cambiar el talante de Estados Unidos y pasar de la rabia y la sospecha a la dignidad y el respeto ¡Dos días más! En dos días podemos poner fin a esta presidencia que desde el principio ha buscado dividirnos.
"En dos días podemos acabar con una presidencia que no ha logrado proteger esta nación. En dos días podemos acabar con una presidencia que ha avivado las llamas de la ira", añadió Bidendurante un mitin celebrado a principios de noviembre de 2020 en Pensilvania.
A los 77 años,Joe Biden lideró las encuestas antes de las elecciones y se convirtió en la persona con más edad en asumir la presidencia de EE. UU. Hereda una nación agitada por una pandemia que avanza y ha dejado más muertos que en ningún otro país, y una presidencia que considera mancillada por las "mentiras" de Donald Trump.
Empatía con la opinión pública
Joe Bidenllegó a la política nacional a los 29 años, cuando logró sorpresivamente ser elegido senador por Delaware en 1972. Pero sólo un mes después una tragedia destrozó su mundo cuando su primera esposa, Neilia Hunter, y su hija de un año murieron en un accidente de coche cuando iban a comprar un árbol de Navidad.
Sus dos hijos quedaron heridos de gravedad, pero sobrevivieron, aunque el mayor, Beau, murió joven víctima de un cáncer en 2015. Estas tragedias ayudaron a cimentar la empatía con la opinión pública estadounidense que trasluce en sus interacciones cotidianas.
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Sus habilidades son polivalentes: de la misma forma en la que sonríe en un auditorio lleno de estudiantes universitarios, es capaz de conectarse con obreros de las zonas deprimidas o lanzar duras recriminaciones a sus rivales.
Esta habilidad quedó cercenada en 2020 cuando la crisis del coronavirusfrenó en seco su campaña presidencial y lo dejó confinado en su hogar, un lugar que recién en las últimas semanas se ha atrevido a dejar.
Ya no tiene la misma fuerza que durante los ocho años en los que fue vicepresidente de Barack Obama y aunque conserva una sonrisa de anuncio, su paso es más frágil y su pelo escasea.
Sus críticos y los mismos demócratas se preguntaron durante toda la campaña si su propensión a los errores y la torpeza iba a manifestarse a lo largo de la campaña contra Trump. El ahora ex mandatario de 74 años explotó esta veta, lo llamó Joe el dormido e incluso lo acusó de sufrir un deterioro cognitivo. Biden intentó repeler los ataques y con frustración luego que el presidente no dejara de interrumpirlo en el primer debate, le lanzó exasperado un "¿Te vas a callar?".
Cuando Joe Biden fue elegido era uno de los senadores más jóvenes en llegar al Capitolio y allí pasó décadas antes de ser durante ocho años el vicepresidente de Obama.
El mensaje de Biden se ha articulado en gran medida en asociación con su estilo moderado durante el gobierno de Obama, pero en campaña prometió que como presidente tomaría posturas más progresistas en materia de cambio climático, justicia racial y alivio de la deuda estudiantil.
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Una espectacular recuperación
Pero Biden casi no logra ser el candidato. Pese a que partió como favorito, muchos lo descalificaron por ser un adulto mayor, muy moderado y su campaña parecía encaminada al desastre después de las elecciones primarias, donde Bernie Sanders despuntó del pelotón.
Pero con la primaria de Carolina del Sur y el apoyo del voto de los ciudadanos afroamericanos logró volver a la contienda. Esta carrera marca un brusco contraste con su intento de 1988, cuando tuvo que retirarse en medio de la vergüenza después de que se descubriera que había plagiado un discurso.
En su intento de 2008 tampoco le fue mejor y sólo logró menos del uno por ciento del apoyo en Iowa que dio banderazo de salida a la carrera electoral. Ese año fue escogido como compañero de fórmula de Obama, para quien pasó a ser "el guerrero feliz de Estados Unidos" Tras su victoria, Obamale encomendó supervisar la recuperación de la profunda recesión que sufría el país.
Ambos diferían sobre la guerra en Afganistán y Biden se opuso a un aumento de las tropas en terreno. En sus 30 años en el Senado fue conocido por sus alianzas improbables y al igual que Trump, por su propensión a salirse del guión.
Sus elecciones en su larga carrera le valieron críticas de los demócratas, incluyendo de su actual vicepresidenta, Kamala Harris, que recordó que como senador se opuso a un sistema contra la segregación en las escuelas que consistía en llevar a niños afroamericanos a escuelas predominantemente blancas.
También le llovieron críticas por ayudar a la redacción de una ley en 1994 que muchos demócratas creen que llevó a la encarcelación de una cantidad desproporcionada de ciudadanos afroamericanos. Recientemente Biden reconoció que esta iniciativa fue un error.
Otros episodios en el Senado también hacen sombra a su campaña, como su apoyo a la Guerra de Irak en 2003 y su rol en la audiencia de confirmación del juez de la Corte Suprema Clarence Thomas en 1991 y su manejo de las acusaciones de acoso sexual contra el magistrado.
El año pasado, una polémica sobre su actitud especialmente propensa al tacto también sacudió la campaña. Entonces, Biden se disculpó y prometió tener en cuenta en el futuro el "espacio personal" de las mujeres. Su narrativa personal y su historia familiar están tan imbricadas con su discurso político, parte de su imagen de marca.
El accidente de 1972 en el que perdió a su esposa y a su hija Naomi, y en el que quedaron gravemente heridos sus dos hijos, Beau, entonces de 4 años y Hunter de 2, pasó a formar parte de su mitología, luego de que jurara el cargo de senador desde el hospital donde se recuperaban.
En 1975Biden conoció a su segunda esposa, Jill Jacobs, una profesora con la que se casó dos años después y tuvo una hija llamada Ashley.
Beau Biden intentó seguir los pasos de su papá en política y fue elegido fiscal general de Delaware, pero su estrella en ascenso se apagó con un fulminante cáncer cerebral en 2015 cuando tenía 46 años.
Ponerse de pie
Su otro hijo, Hunter, un abogado que se dedica al cabildeo, tiene otra trayectoria. Recibió un lucrativo salario como parte de la directiva de una compañía de gas ucraniana mientras su papá era vicepresidente, lo que le valió acusaciones de corrupción.
Las presiones de Trump para que Ucrania investigara aBiden valieron un proceso de impeachment al presidente, que fue absuelto por el Senado, de mayoría republicana. Hunter no ha sido acusado de ningún cargo, pero Trump agitó el tema cada vez que pudo mientras fue presidente.
Donald Trump does not decide the outcome of this election and nor do I. The American people decide. That’s why we’ve launched the Biden Fight Fund — to ensure every vote is counted.
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Joseph Robinette Biden Jr. nació el 20 de noviembre de 1942 y creció en Scranton, Pensilvania, en una familia de origen irlandés muy católica. Su papá era vendedor de autos, pero en la década de los 50 perdió su empleo y la familia migró al estado vecino de Delaware. Entonces Joe tenía 10 años.
"Mi padre siempre decía: 'Campeón, cuando te golpeen, te tienes que poner de pie de inmediato", contó Biden en una ocasión. Cuando era joven trabajó como salvavidas en una piscina de un barrio poblado por afroamericanos y allí aprendió de las injusticias y desigualdades que afectan a esta comunidad, lo que despertó su interés por la política.
Biden estudió en la Universidad de Delaware y asistió a la Escuela de Derecho en Syracuse. Siempre se enorgulleció de sus orígenes obreros y de que siendo niño lograra superar su tartamudeo y hasta hoy da consejos a jóvenes que sufren este trastorno.
Joe Biden a menudo señala a su esposa Jill, de 69 años, como un importante activo para su campaña y recientemente recordó cómo se hizo cargo de sus dos hijos.
¿Estaría orgulloso de mí?
Con respecto al dolor que le generó la muerte de Beau, aceptó que es un pesar que "nunca se va". Tanto es así que la tragedia impidió que se lanzara a la presidencia en 2016. Incluso todavía suele parar a saludar a los bomberos que cruza al recordar que fueron ellos que salvaron la vida de sus hijos en aquel accidente de 1972.
En 1988 incluso lo salvaron a él cuando lo llevaron al hospital tras sufrir un aneurisma. Se dice que estuvo tan grave, que llamaron a un cura para administrarle la extrema unción. Todos los domingos Biden acude a misa en la parroquia de San José en un barrio acomodado de Wilmington.
Allí, en un cementerio, descansan sus padres, su primera esposa, su hija fallecida y Beau, bajo una lápida decorada con una pequeña bandera estadounidense.
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En enero de 2020, Biden se expresó sobre la indeleble influencia que tiene Beau en su vida. "Cada mañana me levanto (...) y me pregunto: ¿Estaría orgulloso de mí?", contó.