"Perdoné a Fox", la entrevista de Lilián de la Concha que nunca antes vio la luz

Amable, alegre, sencilla y con una sonrisa en el rostro que sólo desapareció al recordar el tiempo que vivió sin sus hijos, Lilián de la Concha habló en esta entrevista del sufrimiento vivido tras los difíciles años de su divorcio y compartió detalles de la excelente relación que hay entre ella y sus cuatro hijos "a pesar de lo todo lo que les han dicho".

Lilián, ¿qué significa para usted ser madre porque, como todos sabemos, en su caso ha sido diferente al de la mayoría de las mujeres?
Yo creo que ser mamá es la bendición más grande que Dios te puede dar, para mí es maravilloso. Yo creo que Vicente y yo no pudimos tener mejores hijos, son niños muy buenos. Bendito sea Dios yo nunca he sentido lo que es tener a un adolescente, nunca nos han faltado al respeto, no son niños groseros, son niños muy buenos, de muy buenos sentimientos y para mí son la bendición más grande que Dios me pudo haber mandado, lo más maravilloso que me pudo haber sucedido.

¿Cómo definiría a cada uno de sus hijos?
Ana Cristina es muy bondadosa, es muy amiga, sabe realmente lo que es la amistad, es una niña muy tierna, es la que más ha luchado por nuestra familia, por la unión y es una niña muy de hogar. Vicente, mi hijo, es la pimienta de la casa, es el chistoso, el simpático, es muy tierno, muy generoso, es un muchacho muy delicado al trabajo, ahora está fascinado con su familia, con su esposa Pau, a la que adora, y mi nieto lo trae vuelto loco, pero es un niño muy tierno y generoso. Yo sé que con mi hijo Vicente nunca me va a faltar nada, siempre está la pendiente de mí. Paulina es la responsabilidad, los valores, tiene un amor a Cristo impresionante y un apoyo a su mamá total. Es mi apoyo, Pau siempre está a mi lado, es una niña alegre, muy sonriente, muy recta... y Rodri es un muchacho muy transparente, muy cariñoso conmigo, le ha tocado sufrir cosas muy fuertes en su vida a pesar de que ha tenido muchos beneficios, es al que le tocó sufrir más chiquito la separación y muchos cambios en su vida y sin embargo es el que ha demostrado una fortaleza e integridad impresionantes. Es un niño de valores con quien tengo una confianza increíble.

¿Quién sería el más cariñoso, quién el más fuerte, quién el más enojón?
De chiquito el más enojón era Vicente, pero ahora es el más divertido, creo que les ha cambiado un poco la personalidad, Ana Cristina era toda sonrisa de chiquita y Paulina era todo fruncida, y ahora Paulina entra siempre con más sonrisas que Ana Cristina. Rodrigo siempre ha sido más serio, cada uno tiene su personalidad muy diferente al otro, pero están muy integrados y creo que como familia siempre fuimos una muy bonita.

El tema de la adopción para ustedes como familia hace mucho que me imagino quedó atrás, pero con la llegada de Fox a la presidencia salió nuevamente a la luz, ¿cómo manejaron esto?
Nosotros lo hemos manejado desde chiquitos como algo natural, entonces ellos están conscientes de que Vicente y yo los quisimos tener totalmente conscientes de que queríamos formar una familia, de que queríamos tener a nuestros hijos, a estos cuatro hijos, los buscamos muchos años y realmente no creo que les haya molestado. Es algo natural, es una realidad y yo a mis hijos nunca les he mentido en nada ni lo haré. Yo creo que es muy importante que ellos lo hayan sabido desde siempre, hay que enfrentar las realidades de la vida sea cual sea y la realidad de ellos es que son adoptados y la de nosotros pues que no son mis hijos porque no estuvieron en mi vientre, pero muchas veces eres más madre si los engendras en el corazón que en el vientre.

Con tantas actividades, sus hijas estudiando en España, sus hijos en el rancho y con la familia ¿cómo mantienen el contacto?, ¿cada cuánto se reúnen?
Cuando existe el amor no importa la distancia, siempre sabes que estás ahí. Los jueves comemos en mi casa siempre, es el día que nos reunimos porque ellos se van casi siempre el fin de semana al rancho, entonces el jueves es el día que pasamos aquí en familia, a veces invitan a unas amigas, a veces vienen unos, a veces otros, a veces todos, pero siempre estamos en contacto, con mis hijas aunque están en España hablo casi diario, nos platicamos todo, nos tenemos mucha confianza, creo que llevamos una relación muy bonita a pesar de cada quien esta en su lugar.

¿Le gustaría que en algún momento alguno de ellos viviera con usted?
Por supuesto, nunca hubiera querido que mis hijos vivieran lejos de mí, con eso te digo todo. Yo me casé para ser mamá, me encanta ser mamá y sería la mujer más dichosa si tuviera a mis hijos conmigo. La tristeza más grande que he tenido en mi vida es que me los hayan quitado, es lo más fuerte que me pudo haber pasado, la experiencia más triste que he vivido”.

Ahora ellos pueden decidir, quizá una de sus hijas lo haga ahora que regresan de España…
No, ahora de inmediato no porque todavía van a vivir en Los Pinos, todavía les faltan 3 años de vivir ahí. Yo creo que yo no puedo quitarles la experiencia de vivir en Los Pinos, sería mucho egoísmo de mi parte, yo creo que les demuestro cuánto los quiero alentándolos a que sigan viviendo allá porque es una experiencia única, algo que les tocó vivir, una suerte, una bendición, la tienen que vivir y yo no puedo ser egoísta y quererlos tener aquí sabiendo que no puedo darles lo que les da su papá y lo que les da la experiencia de vivir como hijos del presidente entonces es lo que nos tocó vivir y hay que aceptarlo y adaptarse.

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Esa misma experiencia de ser "los hijos del presidente" los ha rodeado de fama, glamour, cámaras, prensa, protocolos, etc. ¿Cómo se han adaptado a ese mundo, le piden consejos, ayuda?
Creo que dentro de todo llevan una vida bastante normal, lo hemos platicado y definitivamente yo creo que ellos deben tener un respeto hacia los medios, hacia la gente. Yo siempre le he pedido que mantengan los pies en la Tierra, para mí lo más importante es que no sean prepotentes, que sean niños normales, que vivan una realidad y que sepan que ellos no hicieron nada para estar en el lugar en el que están, que no se les olvide eso, que sean atentos, que traten bien a la gente, que no se sientan más porque nadie escoge la cuna en la que nace. Yo creo que todos somos iguales, creo que lo que vale es la persona, no el dinero, el trabajo o lo que tienes sino lo que eres por dentro, siempre se los recuerdo, les pido que no pierdan su corazón, que no pierdan el alma y que no acepten cosas que los puedan perder en la vida.

¿Cree que ha sido injusta la imagen que se ha dado de usted en las diferentes versiones que circulan alrededor de lo que fue su matrimonio con Vicente Fox? Ccree que le han dado el papel de la mala del cuento?
Mira yo lo único que te puedo decir es que todo cae por su propio peso y la verdad florece. Yo jamás, jamás he dejado a mis hijos, jamás abandoné a mis hijos, me los quitaron con engaños, me los quitaron con una mentira y yo no soy la mala del cuento. Las cosas no sucedieron con mucha gente ha dicho, no se publicaron como fueron realmente y cada uno acomodó las cosas de acuerdo con sus intereses, pero para mí ya es tiempo pasado. Bendito sea Dios es casi prueba superada porque el dolor de haber perdido a mis hijos todavía me saca lágrimas, fue algo muy fuerte pero la gente que me conoce sabe como soy y lo dejo a su criterio. Hay un Dios al que no se le esconde nada, yo estoy tranquila, estoy bien, estoy completa y como todo ser humano he cometido errores, Vicente también los ha cometido y afortunadamente yo ya lo pude perdonar espero que él también me haya perdonado para que vivamos en paz.

En la siguiente entrega: Lilian de la Concha habla del matrimonio de Vicente Fox y Martha Sahagún.