Aseguran que hay videos de García Luna recibiendo dinero del crimen organizado

La investigación que duró dos años es la “[…] historia del hombre que condujo uno de los sexenios más oscuros de México”, dijo la propia Olga Wornat el 8 de mayo de 2020 en el mismo programa de Astillero. El libro contiene entrevistas, datos duros, información de colusión de personas del gobierno con el crimen organizado, la historia de infancia y de juventud del entonces mandatario, del amo de Campeche (Juan Camilo Mouriño) y de cómo llegó Genero García Luna a Felipe Calderón.

Wornat reveló en dicha entrevista que existen tres videos de García Luna pidiendo y recibiendo dinero para su jefe (el expresidente), de hecho, detalló que uno de los videos se grabó al interior de un avión en Toluca, Estado de México.

Por su parte, Edgar Monroy contó por primera vez las intimidaciones y las amenazas que sufrió al momento de la investigación, primero por medio de un correo electrónico de “Justicia por México”, después cuando una camioneta blanca intentó atropellarlo en la zona de Santa Fe, donde vivía, y por último, cuando le llamaban para decirle todo lo que hacía en su día y las actividades que tenía al interior de la Universidad Iberoamericana, donde estudiaba.

Una de las anécdotas más fuertes que contó Edgar y que lo motivó a salir del país en este proceso fue que el 10 de noviembre de 2011 Felipe Zamora, secretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, le habló para decirle que el entonces titular de la dependencia, José Francisco Blake Mora, quería platicar con él después de un evento en Cuernavaca, Morelos, y acordaron que un helicóptero los transportaría de la Ciudad de México hasta aquel lugar.

El 11 de noviembre, mientras Edgar se dirigía a Campo Marte para abordar la aeronave, recibió una llamada de Zamora, quien le avisó que una persona del Estado Mayor Presidencial viajaría con ellos, por lo que le recomendó mover la reunión a la noche cuando su jefe regresara a la ciudad.

Horas más tarde, mientras Edgar Monroy estaba en su clase de la Ibero, su profesor les avisó que el helicóptero en el que viajaba el secretario de Gobernación se había desplomado, dejando como víctimas mortales a Blake Mora, Felipe Zamora, José Alfredo García Medina, director general de Comunicación Social de Segob, Diana Miriam Hayton, secretaria técnica de la oficina del secretario y René de León Sapién del Estado Mayor Presidencial.

Edgar recordó que ese mismo día tuvo una reunión en la Comisión de Derechos Humanos con integrantes de la Secretaría de Gobernación y que acudieron a su departamento en Santa Fe para verificar que sus aparatos tecnológicos no estuvieran intervenidos, la conclusión del técnico fue que esa operación sólo podía hacerla tecnología militar. Por estos acontecimientos, Edgar decidió salir de México el 19 de noviembre con dirección a Praga, en República Checa, donde estuvo por un año dos meses.

El periodista regresó a México el 13 de enero de 2013 y hasta noviembre de ese mismo año tuvo elementos de seguridad y una camioneta blindada que le brindó el mecanismo de protección a periodistas, durante este tiempo tuvo que ir a declarar a la entonces Procuraduría General de la República durante varias horas.

“Obviamente Felipe Calderón lo sabía, no puede decir que no lo sabía”, dijo Monroy al confirmar que Olga Wornat habló de lo que estaba sucediendo con Alejandra Sota, directora de Comunicación Social y Vocera del gobierno en una ocasión que se la encontraron en el hotel Camino Real de Polanco.

Respecto a los videos, Edgar aseguró que él también los vio y que el más largo dura 11 minutos. El libro “Felipe, el oscuro” se está reescribiendo para adecuarlo a los nuevos tiempos y están en pláticas con Gabriel Sandoval, que en aquel momento era el Director Editorial de Editorial Planeta y quien también recibió amenazas desde el mismo correo que Edgar y llamadas telefónicas intimidatorias en la madrugada para no publicar el libro.

Ahora que la coyuntura y los personajes políticos cambiaron, la periodista y las personas de la editorial volvieron a plantear la posibilidad de publicar el libro.