Siempre alegre, con una sonrisa en la cara y dispuesta a conversar de lo que sea y como sea, Elena Poniatowska se sentó en uno de los sillones de su sala que han visto pasar a personas destacadas de la política, la cultura, la sociedad y las letras en México, para responder una a una las preguntas que pocas veces le hacen a la mujer que lleva más de 65 años de carrera profesional como periodista y después como escritora.
A sus 87 años, Elena Poniatowska habla del amor, de su familia y de la muerte
La publicación de su más reciente libro “El amante polaco” (Editorial Planeta, 2019), permite visualizar el lado más íntimo de Elena que hace un fascinante viaje a través de dos tiempos de su pasado, el primero como parte de la familia real de Polonia y el segundo, su llegada a un México que le abrió las puertas de par en par. Además de hablar de la familia real Poniatowski, Elena confesó lo que nos hacía falta saber de ella, como que dentro de sus mejores amigos están sus hijos y la antropóloga mexicana Martha Lamas, o que las personas que le caen mal, son las que maltratan a los demás.
Sin tapujos, mencionó qué ha sido lo mejor de su vida, si ser periodista o escritora y que satisfacciones le ha dado uno que el otro no. Explicó que lo peor que tiene como persona es la falta de fe en sí misma y puntualizó lo más bonito y lo más difícil que vivió al ser mamá de Emmanuel, Felipe y Paula Haro.
Sin embargo, la mujer que cumplirá 88 años de edad no tuvo dudó ni un solo segundo en responder las preguntas acerca de la muerte, en donde aseguró que lo que se deja después de ella es un recuerdo y dijo fuere y claro que si fuera la última vez que le pudiera decir algo a México le diría “México, te amo”.