“Entender las cosas es reflejarlas. Es tener las ventanas abiertas de modo que entre la luz. Es conciencia. Hacerlas es otra cosa, es participar en la creación. Una punta en una cinta infinita, es cierto. Pero una cosa es ir como espejito y otra como taladro. Ojalá no se te enferme la voluntad o se te seque. Creo que ahí está lo mejor de la humanidad: en la voluntad”, fue el pensamiento del expresidente de México José López-Portilloque que leyó su hija Carmen Beatriz para arrancar la ceremonia por los 40 años de la creación del Universidad del Claustro de Sor Juana, el pasado viernes 29 de noviembre.
Carmen Beatriz López-Portillo entrega medalla a Pepita Serrano
Sin embargo, Carmen Beatriz López-Portillo también está celebrando 28 años de estar al frente de esta institución académica por petición de su tía.
Según cuenta la propia Carmen, Margarita López-Portillo la invitó a colaborar en el Claustro, exactamente en febrero de 1991, después de muchos esfuerzos por conservar este edificio histórico donde vivió Sor Juana Inés de la Cruz.
“Entre estos muros y columnas, bóvedas y pasillos he transcurrido veintiocho años. Aquí he visto como la cúpula de este recinto se tiñe de todos los colores del atardecer, aquí pinté con mis hijos pequeños las fachadas de los patios, aquí he pasado noches en vela, aquí he oído el sonido de las campanas cada vez que algún estudiante se titula o cuando pasa algo memorable en esta casa, como hoy”, dijo en su discurso la hija de José López-Portillo.
Sin embargo, no solamente celebró sus casi tres décadas al frente de esta institución y los 40 años de la creación de Claustro, también entregó la presea Sor Juana Inés de la Cruz a Pepita Serrano, presidenta de la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano (SIMAV),que apoya al talento operístico mexicano desde hace 23 años, y quien fue definida por Carmen Beatriz como una mujer ejemplar, parte de esos seres que enseñan existiendo. María Josefa Cuevas Santos, nombre real de Pepita, dijo al recibir el galardón que lo que ha tratado de hacer es plantar una semilla en el corazón de todos.
El reconocimiento es entregado desde 2006 a las personas que “son ejemplo de vida porque han hecho más que otros, porque su forma de ser inspira la nuestra, porque es frente a su presencia que sabemos que no da lo mismo ser de una manera y no de otra”. Leonora Carrington, Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis, Olga Sánchez Cordero y Juan Ramón de la Fuente son algunas de las figuras que lo han recibido.
Para Carmen Beatriz, el Claustro es su vida, pues ahí cumple su vocación y es feliz. Ella además tiene las tareas de cuidar, mejorar y embellecer este recinto histórico, el cual se ha llevado más de 100 millones de pesos en su restauración y cada año requiere de 7.5 millones para su mantenimiento.
“Hoy detenemos la marcha para dar cuenta no sólo con palabras sino con hechos, del cumplimiento de la responsabilidad asumida. Podemos sentirnos orgullosos. Hoy empeño nuevamente mi palabra, comprometo mi voluntad en seguir haciendo de este Claustro una Universidad de excelencia, comprometida con la sociedad, formadora no sólo de profesionistas de excelencia sino de buenos ciudadanos y personas de bien, abocada a contribuir a la solución de los problemas de nuestro país”, dijo López-Portillo Romano.