El nombre “Joaquín El Chapo Guzmán”, el apodo “El Chapo” y el rostro del narcotraficante tienen dueño y es nada más y nada menos que Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, una de las hijas de su primer matrimonio con Alejandrina María Salazar Hernández, quien los registró en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) en 2010.
Negocios en el sector inmobiliario, el farmacéutico, de servicios médicos, de artículos escolares, de oficina y de diseño de modas forman parte las empresas que han registrado algunos de los hijos del narcotraficante que obtuvo cadena perpetua el pasado miércoles 17 de julio acusado de crimen organizado, conspiración para introducir más de 150 toneladas de droga a EUA y dirigir una empresa criminal durante 25 años, entre otros.
Alejandrina Gisselle, primogénita de Joaquín, es médico cirujano por la Universidad de Guadalajara, ella fue socia mayoritaria de la empresa Servicios Especializados en Vacunación, Cegival S.A de C.V. que abrió en 2007, la cual comercializaba medicamentos, cosméticos, recolección de células madre, banco de sangre, distribución de implantes y prótesis. Además, ofrecía servicios médicos, hospitalarios, de ambulancia terrestre, acuática y aérea, también traslado de materiales tóxicos-infecciosos y órganos vivos para trasplante. No obstante, cerró en 2012.
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Por su parte, César, hermano de Gisselle, en 2009 se convirtió en socio, con el 80 por ciento, de la empresa JDOBLECG Construcciones, S.A. de C.V., la cual compraba, vendía, arrendaba, desarrollaba, traspasaba, remodelaba y decoraba todo tipo de bien inmueble, no obstante, cerro en 2012, igual que la empresa de su hermana.
En el año 2000, César y Gisselle tomaron las riendas de la empresa que fundó en 1990 la familia de su mamá, Alejandrina, la cual se llamaba Artículos Escolares y de Oficina, S.A. de C.V., y que inscribieron en el registro público de la ciudad de Guadalajara obteniendo el 50 por ciento como socios. Sin embargo, el negoció que exportaba, importaba, compraba y vendía artículos de oficina cerró sus puertas coincidentemente en 2012.
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La nota de Susana Zavala rescata que la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos integró en junio de 2012 a su lista negra a su mamá, Alejandrina María Salazar Hernández, y a finales del mismo año a la segunda esposa de Joaquín Guzmán Loera, Griselda Natividad López Pérez, lo que podría explicar el cierre de los negocios.
Tuvieron que pasar seis años para que los hijos de El Chapo regresaran a la actividad empresarial, ya que Alejandrina Grisselle fundó el 20 de diciembre de 2018 la empresa Don Archi S.A. de C.V., la cual maneja una línea de moda en homenaje a su padre llamada “El Chapo.701”, y que tiene una tienda en línea de prendas y accesorios.