Los restos de Francisco Franco Bahamonde, presidente del gobierno español de 1938 a 1973, fueron exhumados en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos para ser trasladados —más de 50 kilómetros— al cementerio de Mingorrubio, donde existe una capilla con una cripta en su sótano, coronada con una cúpula abovedada que creó el artista Santiago Padrós, en la que se encuentra enterrada parte de la familia de Franco, comosu esposa Carmen Polo.
¿Por qué se exhumaron los restos de Francisco Franco en España?
Miriam Guisasola, esposa de Francis, nieto mayor de Franco, puso una capilla ardiente en su casa, como se apreció en una fotografía que compartió a través de las redes sociales, donde colocó una corona de rosas rojas y amarillas con la leyenda “Gracias Franco”; fue en la sala, porque supuestamente el gobierno no les permitió hacerlo en el Valle de los Caídos o en el cementerio del Mingorrubio, para evitar una exaltación del régimen franquista.
Los siete nietos y varios bisnietos de Franco, a excepción de dos mujeres, se han dado cita vestidos de negro para presenciar el traslado; aunque sólo dos miembros de la familia pudieron presenciar la exhumación del cuerpo: José Cristóbal Martínez-Bordiú, quinto nieto de 61 años y el único que hizo carrera militar, como teniente de infantería, y María del Mar, quien se dice era la favorita del dictador.
Miembros de la familia sacaron en hombros el féretro original en el que fue enterrado Franco, en noviembre de 1975, para colocarlo en un helicóptero que lo llevó al cementerio, donde el gobierno quiso impedir que las personas se concentraran para manifestarse, sin embargo, la decisión fue rechazada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, alegando que se estaba vulnerando el derecho de reunión.
A su vez Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, compareció en la Moncloa donde declaró: “Se pone fin a una anomalía en una democracia europea. Se cumple con un mandato del Parlamento y con una Sentencia del Supremo. Con la reubicación de los restos se pone fin a una afrenta moral: la exaltación de la figura de un dictador en un espacio público. No se ha hecho ni un día antes ni un día después.
“Donde había represión y dictadura, hoy hay libertad y democracia, el homenaje público al dictador era un agravio a nuestra democracia", agregó Sánchez; sin embargo, los opositores del actual gobierno y la familia de Franco calificaron el traslado, “como un acto de campaña”, en vísperas de las próximas elecciones del 10 de noviembre.