Primeras Damas de América que se han metido en tremendos apuros

Según los registros históricos, la primera nación en utilizar este título fue Estados Unidos. Esta definición surgió para nombrar a las cónyuges de los hombres que ocuparon el poder en las Repúblicas Democráticas reemplazando el nombramiento de “reina consorte” de las monarquías. La idea se extendió por el resto de los países que adoptaron sistemas políticos similares.

Si bien, este nombramiento no coloca sobre la persona responsabilidades como función pública, en los últimos años muchas ocupantes han realizado actividades altruistas y de carácter social durante sus periodos. Algunas de ellas, incluso, han realizado carreras políticas independientes y han aspirado a la presidencia de sus respectivas naciones consiguiendolo en algunos casos como el de la expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner quien gobernó el país en el periodo 2007-2015 y quien enfrenta investigaciones por otorgar de de forma ilegal contratos a una empresa ilícita.

Uno de los casos más polémicos en ese sentido, tuvo un capítulo histórico en los días recientes. La ex primera dama de Honduras Rosa Elena Bonilla de Lobo fue condenada a 58 años de prisión por los cargos de apropiación ilícita y fraude. La sentencia incluyó una multa del 10% de la cantidad total por la que se le acusa y la incautación de sus bienes.

A la esposa del exmandatario Pepe Lobo se le acusa de transferir de forma irregular cerca de 510 mil dólares de la cuenta de su despacho como Primera Dama a una cuenta personal. La transferencia ocurrió días antes de que el periodo presidencial concluyó el 27 de enero de 2014. El año pasado, mientras seguía su proceso recluida en una prisión, promovió un concurso de belleza entre las reclusas del Centro Femenino de Adaptación Social. Ella y su esposo figuraron entre los miembros del jurado.

Recientemente trascendió el arresto de la ex primera dama de Guatemala entre 2008 y 2011, Sandra Torres por presunta corrupción electoral. Los cargos que enfrenta son por delitos de financiamiento electoral no registrado y asociación ilícita cuando en 2015 realizó campaña para ocupar la presidencia.

Fue detenida el pasado lunes en su casa para trasladarla a los tribunales.

Sandra Torres no solo perdió de nueva cuenta las elecciones presidenciales frente a Alejandro Giammattei, también la inmunidad con la que contaba por el hecho de ser candidata. Continuará su proceso en una prisión preventiva, la misma en la que estuvo su exmarido, Álvaro Colom, también investigado por una comisión de la ONU que busca atender la impunidad en el país centroamericano.