Hace más de una década, el 1 de septiembre de cada año dejó de ser el Día del Presidente, aquel día en el que prácticamente todo el país se detenía para ver y oír el discurso maratónico en el que el mandatario en turno explicaba el estado que guardaba la nación y la administración pública.
La forma y el estilo de Andrés Manuel López Obrador no fue tan diferente a lo que hicieron sus antecesores Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quienes tuvieron que modificar la forma de dar el informe después de que, en 2006, varios legisladores del PRD, que ahora forman parte de la Cuarta Transformación, impidieran el acceso al pleno de la Cámara de Diputados a Vicente Fox.
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Dicho acontecimiento cambió la historia para el entonces presidente de México, quien tuvo que buscar la forma de dar la información relevante para el país, sin dejar de cumplir con el artículo 69 de la Constitución mandado el informe de gobierno por escrito a través del titular de la Secretaría de Gobernación. El pasado 1 de septiembre de 2019,el evento se realizó en el patio de honor de Palacio Nacional, sin militares que lo escoltaran y sin la banda presidencial, el símbolo del máximo poder en México.
La invitación al informe del presidente fue enviada a 500 personas entre las que estuvieron los tres hijos mayores de López Obrador, Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, Mónica Fernández, presidenta de la Cámara de Senadores, los 32 gobernadores del país, los titulares de las 18 Secretarías de Estado, el gabinete ampliado, algunos legisladores, la escritora Elena Poniatowska, el padre Alejandro Solalinde y Miguel Torruco, comisionado nacional de Box.
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Asimismo, asistieron empresarios como Carlos Slim, dueño de Grupo Carso, a quien el presidente le agradeció personalmente; Emilio Azcárraga, dueño de Televisa; su compadre Miguel Rincón, dueño de Bio papel; María Asunción Aramburuzabala, presidenta de Grupo Modelo; German Larrea, dueño de Grupo México; Miguel Alemán Magnani, presidente de Interjet y Olegario Vázquez Aldir, director de Grupo Ángeles.
Además, el empresario inmobiliario Marcos Fastlicht; Alfredo Harp Helú, dueño de los Diablos Rojos; Joaquín Vargas, presidente de Grupo MVS; Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Antonio del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, y Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México.