Caso de Norberto Ronquillo Hernández reaviva el clamor: “¡Ya basta!”
El secuestro y asesinato de Norberto Ronquillo Hernández, días antes de graduarse como licenciado en Mercadotecnia Internacional por la Universidad del Pedregal, reavivó el clamor que la sociedad mexicana exige desde hace muchos años: “¡Ya basta!”. La demanda de justicia de la población es para todas las víctimas públicas y en el anonimato de la inseguridad que asola al país.
Una foto de generación que se tomó con pancartas con el mensaje #NosFaltaNorberto, la marcha respetuosa y dolorosa por las calles de Ciudad de México, el ruego de una madre, de un padre, una novia, amigos y compañeros, y el pago de un rescate no bastaron para evitar el asesinato del joven que en sus redes sociales expresaba cada que podía sus ganas de vivir.
El de Norberto, de acuerdo con Ernestina Godoy, titular de la Procuraduría General de Justicia local (PGJ-CDMX), es un “secuestro atípico”, con dos líneas de investigación. Hasta ahora se ha informado que el joven de 22 años fue secuestrado el martes 4 de junio, tras abandonar el centro educativo a las 21:32 horas. Cómo era su costumbre envió un mensaje a su novia.
El estudiante no llegó y horas más tarde su familia recibió una llamada de sus secuestradores pidiendo dinero a cambio de liberarlo; ahora se sabe que tras la negociación se pagó un rescate por 500 mil pesos, sin embargo, Norberto no fue liberado, por lo que se dio aviso a las autoridades y se realizaron todas las acciones civiles posibles para encontrarlo.
La noche del 9 de junio, pobladores de la colonia Las Cruces, alcaldía de Xochimilco, notificaron de la presencia de un bulto en Avenida del Campo y Avenida de Las Cruces que despedía un olor fétido. Horas más tarde sus familiares identificaron a Norberto por la ropa que utilizaba el día en que lo secuestraron.
El drama de la familia Ronquillo Hernández se repite una y otra vez, ya en 2004 en un hecho insólito la Revista Quién daba cuenta de la situación tan difícil que vivía el país y se sumó para pedir un alto a los secuestros con una portada negra y precisamente con la potente consigna de “¡Ya basta!”.
Norberto Ronquillo Hernández no regresó a casa, así como tampoco lo hicieron en su momento dos jóvenes más: el hijo del empresario Alejandro Martí, Fernando, y la hija de Nelson Vargas, Silvia; casos que también conmocionaron, trastornaron y conmovieron a todas las esferas de la vida pública y privada de México.
Alejandro Martí una vez más alzó la voz, por lo vivido en carne propia con la privación de la libertad de su hijo Fernando el 4 de junio de 2008. Tras 53 días de secuestro, el estudiante de secundaria fue hallado sin vida en la cajuela de un coche en la colonia Villa Panamericana en la delegación Coyoacán.
“Me duele en el alma la serie de secuestros que se han desatado en la Ciudad. Me frustra y me revive la herida al ver la desesperación de la familia de Norberto y de muchas mas familias que se encuentran en la misma situación. ¡El terror sigue a pesar de todo!”, publicó en su cuenta de Twitter el activista y fundador de México SOS.
Me duele en el alma la serie de secuestros que se han desatado en la Ciudad. Me frustra y me revive la herida al ver la desesperación de la familia de Norberto y de muchas mas familias que se encuentran en la misma situación. ¡El terror sigue a pesar de todo!
— Alejandro Martí (@Alejandro_Marti) June 10, 2019
Otra vida que se apagó fue la de Silvia, la hija de Nelson Vargas, quien ante la impotencia y el hartazgo pronunció una frase que sigue teniendo el mismo espíritu: “Si no pueden, renuncien”. El secuestro en 2007 fue perpetrado por la banda de Los Rojos, uno de ellos era chófer de la familia.
A pesar de que se pagó el rescate pedido, Silvia no regresó y a la fecha sólo uno de los implicados fue sentenciado, otro liberado y el resto consiguió un amparo que dificulta la resolución del caso.
Como muestra de que la inseguridad no tiene miramientos en ningún ámbito social nacional, el 19 de julio de 2005 Rubén Omar Romano fue privado de su libertad a la salida del entrenamiento del Cruz Azul en La Noria. Estuvo cautivo 65 días, hasta que fue rescatado el 21 de septiembre en una “casa de seguridad” ubicada en Iztapalapa.
También sin el cobro de vidas que lamentar, Ernestina Sodi y Laura Zapata fueron secuestradas el 22 de septiembre de 2002, a su salida del Teatro San Rafael por la banda Los Tiras, en la que de acuerdo con la hermana de Thalía habían dos miembros de Los Petriciolet, quiénes fueron responsables de la desaparición de Fernando Martí. Laura fue liberada días después y Ernestina luego de 16.
Diego Fernández de Cevallos fue secuestrado el 14 de mayo de 2010 de su rancho, ubicado en el municipio de Pedro Escobedo, en Querétaro. Luego de siete meses cautivo, el ex candidato presidencial fue liberado el 20 de diciembre.
El reclamo ciudadano sigue, con momentos tan poderosos como en 2008 con la manifestación Iluminemos México, con todos los participantes vestidos de blanco; en 2011 con la Marcha Nacional por la Paz, y ahora las redes sociales también son el escenario ideal para alzar la voz para solidarizarse con las víctimas lo mismo de Ayotzinapa, Jalisco y todo el país a un solo gritó: “¡Ya basta!”.