Beatriz Gutiérrez Müller visita a los heridos de la explosión de Hidalgo

Su deseo siempre ha sido mantener un bajo perfil e incluso hizo pública su intención de no contar con ningún puesto en el DIF. Qué decir de ostentar el título de Primera Dama.
Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, quiere vivir en un segundo discreto plano dejando todo el protagonismo a su esposo, sin embargo hay ocasiones donde es imposible ignorar una desgracia como la que se vivió el pasado viernes en Tlahuelilpan, Hidalgo.
De ahí que el día de ayer Beatriz quisiera visitar varios hospitales de la Ciudad de México donde se encontraban internados decenas de heridos víctimas de esta explosión. En el Hospital Central Norte de Pemex ubicado en Azcapotzalco estuvo acompañada por Omar Fayad, Gobernador de Hidalgo, donde platicaron con varios doctores para conocer de primera mano el estado de salud de los internados en esa institución.

En su cuenta de Twitter compartió su pesar por este momento: “Mucho dolor y zozobra entre los familiares de pacientes hospitalizados por la explosión en #tlahuelilpan. También, por sus seres queridos que todavía no han sido localizados o identificados. Abrazos solidarios, eso también necesitamos todos frente a esta tragedia”.
Independientemente del título o estatus que tenga, Beatriz ha querido poner su granito de arena ofreciendo consuelo a las víctimas de esta tragedia que ha dejado a México nuevamente de luto.
Esto comprueba que siempre hace falta una cara amable y solidaria del gobierno y qué mejor que la esposa del presidente en turno para ofrecerla.

Cabe recordar que este 18 de enero a las 16:50 se recibió un reporte sobre la perforación ilegal de un ducto de hidrocarburo en la localidad de San Primitivo en Tlahuelilpan, Hidalgo. En el lugar se encontraban cientos de personas que recolectaban gasolina en la zona pero en un momento los chorros de gasolina fueron creciendo aumentando así la peligrosidad en el lugar y aunque miembros del ejército y la policía trataron de persuadir a los hombres y mujeres (algunos de ellos acompañados por niños) que tomaban el combustible e incluso se bañaban en él, de que se alejaran rápidamente, éstos ignoraron la advertencia.
Fue a las 18:50 de la tarde que se registró la primera explosión de varias y que dejó al día de hoy 76 muertos. El fuego se pudo sofocar casi tres horas después, a media noche.