VIDEO: Obama llora en pronunciamiento sobre los niños de Connecticut
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lloró hoy al pronunciarse sobre la matanza en Connecticut y ordenó cuatro días de duelo oficial en memoria de las víctimas de esta tragedia.
"Tenian sus vidas enteras frente a ellos: cumpleaños, graduaciones, bodas. (...) Nuestros corazones están rotos hoy", dijo un emotivo Obama durante su breve declaración ante periodistas en la sala de prensa de la Casa Blanca, poco después de emitir su proclama de duelo.
Obama dijo que además de convenir el sentimiento nacional de dolor a los familiares de las víctimas por esta tragedia, la suya era también la reacción de un padre de familia.
Recordó que han sido ya varias las tragedias de este tipo en años recientes "y cada vez que he sabido de estas noticias he reaccionado no como un presidente, lo he hecho como alguien que es padre de familia".
El mandatario y su esposa Michelle son padres de dos jovencitas, Malia de 14 años de edad y Sasha de 10 .
"Sé que no hay un padre de familia en Estados Unidos que no sienta el abrumador dolor que siento yo", apuntó.
Por momentos el mandatario tuvo que hacer una pausa en su discurso y agachar la cabeza al no poder contener las lágrimas, que limpió de su rostro de manera discreta.
Obama dijo que la mayoría de las víctimas fueron menores de entre 5 y 10 años de edad.
Reportes preliminares indicaron que la mayoría de las víctimas eran alumnos de la madre del presunto autor de la matanza, identificado como Ryan Lanza.
La mujer, identificada como Nancy Lanza, quien era maestra de kindegarden en la escuela, fue contada entre las 27 víctimas fatales, 20 de los cuales fueron niños.
"Nuestros corazones sufren por los padres y los abuelos, las hermanas y hermanos de estos pequeños, y por las familias de los adultos que murieron", dijo.
Obama dijo que frente a la repetición de tragedias como esta se hace necesario "que cerremos filas y tomemos acciones significativas para prevenir más tragedias como esta, más allá de la política".
La alusión fue una tibia referencia al tema de la prohibición de la venta de armas automáticas de asalto, que expiró en el 2004 después de apenas una década de vigencia.
El vocero presidencial Jay Carney evitó antes responder a la posibilidad de que Obama pudiera empujar el restablecimiento de la prohibición a la luz de esta nueva tragedia.
"Estoy seguro de que habrá un día para discutir el usual debate en Washington (sobre armas), pero no creo que ese día sea hoy", dijo al ser cuestionado al respecto.
Por separado el mandatario emitió una proclama ordenando que las banderas en edificios de gobierno e instalaciones militares se coloquen a media asta durante los próximos cuatro días en señal de duelo por las víctimas.