Angélica Rivera rumbo a los pinos
En la reciente edición de la revista Quién - que trae en portada a los 50 personajes que mueven a México- encontrarás un artículo titulado "La nueva dueña de Los Pinos", se trata de una investigación sobre la nueva imagen de la ex actriz de telenovelas ahora que es esposa del presidente electo de México. Aquí te dejamos un fragmento de lo que podrás encontrar.
Tus enemigos son mis enemigos
Como dice el dicho popular, "el que se quema con leche hasta al jocoque le sopla". Sólo hay que recordar cómo le fue a Angélica Rivera durante la campaña presidencial, entre febrero y junio de este año, cuando los rivales políticos de su marido resultaron también adversarios de ella.
Las críticas y la mofa de entonces se centraron en el personaje de La Gaviota, algo que le sucede desde que se relacionó con el político, en 2008. Tras la elección, se dio la instrucción en el equipo de Peña Nieto de hacer lo posible por desterrar el mote que tanto les redituó en la campaña. En esos meses y como continuación del proceso, Angélica Rivera grabó videos en mítines políticos, en traslados por tierra, llegando a casa, con los hijos de ambos. Ahí se le ve amorosa, como una compañera tierna quien el día de la votación estuvo junto a su marido y selló ese tramo electoral con una caricia en el rostro del entonces candidato a la Presidencia.
Pero las redes sociales se convirtieron en el escenario perfecto para el escarnio. Como se ve en las estadísticas de su primer video: más de 408 mil vistas con 886 clics en "me gusta" y 5 mil 369 en "no me gusta", una proporción que demuestra el rechazo de los cibernautas. En contraste, los administradores del canal de Enrique Peña Nieto, donde están alojados estos videos, sólo dejaron mensajes positivos en el foro de discusión. En las redes sociales, sin embargo, es donde Angélica Rivera fue criticada antes, durante y después del proceso electoral. "Recibió ataques de los adversarios de su marido. Hubo etiquetas con mensajes denigrantes sobre su profesión como actriz acompañados de fotografías manipuladas. Padeció acoso y burlas en el marco de una campaña ruda contra ella", dice Regina Santiago, directora del Observatorio de Medios de la Universidad Iberoamericana.
Eso y el foco rojo que se prendió cuando Paulina Peña Pretelini llamó prole a los críticos de su padre (a fines de 2011) llevó al equipo de Peña Nieto a poner al resto de la familia en el bajo perfil que ha mantenido hasta ahora. "Ellas en la vida privada lo besan, le sonríen, pero no van a opinar ni a generar ningún problema", dice la historiadora Sara Sefchovich. Como estará en el ojo del huracán, "a Angélica la van a criticar por todo, ese es el destino de la primera dama: si participa, mal; si opina, mal; si usa este vestido, mal; si usa aquel, peor", dice Rebeca Moreno, ex coordinadora de giras de Marta Sahagún.
Sin embargo, hay quien opina que no debería ser para tanto y que Rivera debería utilizar su fama de forma positiva entre quienes la conocen como una estrella carismática que interpretó papeles de bondadosa heroína y no de villana.
"(Debería) aprovechar su imagen pública", dice Briseño, del Tec, "sabe cómo manejarse ante los medios, no le tiene miedo a las cámaras ni a las grandes multitudes que la rodean. Eso lo puede capitalizar, lo veo como algo bueno".
Y es que aunque el equipo de Peña Nieto busque no exponerla, a veces los fans se desbordan, como se vio con las asistentes a los eventos de su marido, sobre todo en Guatemala, Colombia y Perú. Las crónicas hablan de admiradoras que pedían tomarse fotos con La Gaviota, no con la esposa del presidente electo de México. Esto es lo que podría aprovechar Peña Nieto -la fama bien ganada de su esposa- ya no para conseguir votos, sino para dar una imagen positiva a su administración, dice Briseño, del Tec.
Un beneficio adicional es que más gente podría hacer conciencia de los principales problemas que aquejan a las mujeres. Según Sefchovich, Rivera ya se asesora "en estos temas de género y asuntos de violencia doméstica que muy claramente aquejan a este sector".
Angélica Rivera se dirigió a ellas indirectamente, según el analista de discursos políticos Carlos Páez Agraz, director general de AdQat, ya que sus palabras en público, entrevistas, declaraciones o videos en YouTube indican que las banderas de las mujeres serían parte de sus desvelos. En ese sentido, la esposa del presidente electo asegura que estará lista para trabajar en su nueva trinchera, "soy una mujer de empeño y de mucho trabajo. Sé lo que cuesta ganarse la vida", comentó en una entrevista reciente.
Ni un peso para Angélica
Oficialmente, ni un centavo está presupuestado para la oficina de la esposa del presidente. De hecho no existe ni siquiera la figura "primera dama" en la burocracia mexicana. Eso sí, hay personal adscrito para atenderla a ella y a toda la familia.
Margarita Zavala, por ejemplo, tiene un jefe de oficina, un secretario o secretaria particular que se encarga de la agenda oficial, una coordinadora de prensa y una coordinadora de programas sociales. Marta Sahagún contaba, además de los colaboradores mencionados, con una peinadora particular, maquillista y asesores de imagen. Pero los sueldos de todos ellos venían (y vienen) de la oficina del presidente de la República. Dado que el sistema Desarrollo Integral de la Familia (DIF) fue desmontado a escala nacional durante el sexenio de Zedillo (ahora se controla en cada estado), Margarita Zavala creó un patronato nacional, que ella preside, que recauda donaciones y es dirigido por Cecilia Landete.
Se espera que Angélica Rivera dé a conocer pronto las causas a las que se abocará, incluyendo el futuro del Patronato del DIF, y demuestre de qué está hecha.
"Todas las mujeres pasamos por etiquetas", dice Barrales, "lo que hace la diferencia es cómo sales de ellas, por lo que ella tendrá que definir cómo trascender en cualquier proyecto que emprenda".
Angélica en la mira
Cruzar la puerta de Los Pinos significa una transformación total. La de una celebridad convertida en primera dama implica grandes expectativas, y la que comprende su estilo al vestir es tan visual como delicada.
Los outfits de su primera gira fueron sólo una muestra, tal vez hasta un experimento, del look que proyectará durante seis años. Cada prenda fue un paso más alejándose de la Gaviota, transformándose en primera dama.