Carla Bruni Vendrá a México
Cuando Carla Bruni, de 41 años, se casó el 2 de febrero de 2008 con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, de 54, la aristocracia francesa casi excomulgó al primer mandatario. No concebían que su líder emparentara con una mujer con fama de “come hombres” y que posó desnuda para varias revistas. Hoy, la historia es distinta: es tan grande la popularidad de la primera dama francesa que es imitada hasta en su forma de vestir.
Muy a pesar de la clase política conservadora de Francia, la esposa de Sarkozy también es cantante y compositora. Su fortuna se calcula en 200 millones de euros, nueve veces más que la de su marido. Tan sólo obtuvo siete millones de euros durante su carrera como modelo de 1986 a 1997, lo demás lo heredó de su papá, Alberto Bruni Tedeschi, dueño ceat, un importante fabricante de llantas en Europa.
LA BOMBA ITALOFRANCESA Carla Bruni nació en Turín, Italia (1967), pero la mayor parte de su vida ha vivido en Francia y Suiza, lo que la llevó a solicitar la nacionalidad francesa. A los 19 años, interrumpió sus estudios de arte y arquitectura para dedicarse al modelaje, una pasión sólo comparable con su afición por la música. Sin embargo, su vida no ha sido del todo una bella melodía. A los 29 años, tras el fallecimiento de Alberto Bruni, intempestivamente se enteró por su propia madre, Marisa Borini, que él no era su padre biológico. En realidad era hija de Maurizio Remmert, un empresario italiano con el que Marisa había tenido un amor de juventud. Este fue uno de los golpes más duros para Carla, quien también debió soportar la muerte de su hermano mayor, Virgilio, quien falleció de sida en 2005. Le sobrevive su hermana Valeria, la de en medio, actriz y directora de cine, con quien comparte el gusto por las artes.
Su vena artística llevó a la primera dama francesa a cambiar el modelaje por la música. Nunca habló sobre sus razones, pero la prensa especula que se debió a la muerte de su papá. A la fecha ha editado tres discos: Alguien me ha dicho (2002), Sin promesas (2007) y Como si no pasara nada (2008). En todos ha compuesto la música y ha escrito la letra y, para asombro de muchos, han sido un éxito. El primero vendió dos millones de copias. VIVA EL AMOR La vida intensa de la contemporánea de Claudia Schiffer no se limita a sus aficiones, también ha dado de qué hablar en cuanto a romances. Fue novia de Eric Clapton en 1990 e hizo que Mick Jagger dejara a su esposa, Jerry Hall, en 1992, para vivir una relación sentimental. En 2001, Bruni vivió con el editor literario, Jean-Paul Enthoven, 18 años mayor que ella, hasta que lo dejó por Raphaël Enthoven, el hijastro, 10 años menor que la ex modelo. Este último se convirtió en el padre de Aurelién, de siete años, único hijo de Carla.
A Nicolas Sarkozy lo conoció en noviembre de 2007, en una cena de un amigo en común, cuando él ya era presidente. Según el libro Carla Bruni, itinerario sentimental (2008), de Christine Richard y Eduard Boulon-Cluzel, tras el encuentro, el mandatario francés la invitó a tomar un café en el palacio del Elíseo y se ofreció a llevarla a su casa en el auto presidencial, a lo que ella contestó: “Nunca en la primera noche”. Luego ella declararía a la revista Paris Match que, por única vez, vivió un flechazo a primera vista.
OH, CHAMPS ELYSÉES En diciembre de 2007, se confirmó el romance entre Carla y Nicolas cuando fueron fotografiados en Eurodisney. En febrero de 2008, a tres meses de que Sarkozy firmara su divorcio de Cécilia Ciganer, madre de sus tres hijos, la nueva pareja se casó en el Elíseo y la mujer que criticaban por haber posado desnuda y tener un singular pasado amoroso, entre otros detalles, se convirtió en la primera dama de Francia.
A pesar de los malos augurios, a Bruni le ha ido muy bien como la mujer de Sarkozy. En su primer viaje a Inglaterra impresionó a todos por su elegancia y buen humor. Más tarde se lució en dos recepciones, una para el Dalai Lama y otra para el Papa Benedicto xvi. Carla siempre dijo que no dejaría su casa , donde se siente cómoda y feliz. Debido a esto, hace unos días, el presidente francés se mudó a la vivienda de su esposa, aunque los fines de semana descansan en el Elíseo. Esto sólo confirma la teoría de que Bruni es una mujer que siempre sabe cómo salirse con la suya.