La postura de Marigely ante los hechos
Los siguientes 15 días transcurrieron en Campeche. Refugiada con su familia, la reciente viuda lloraba su pena. Pasaron las nueve misas, los nueve rosarios y todos los rituales que dicta la fe católica. Ella estaba decidida a quedarse a vivir ahí. Pensaba que era lo mejor para sus hijos, hasta que un día María, llorando, se lamentó de que ni siquiera había podido despedirse de sus amiguitos. Marigely no necesitó más. Le cayó el veinte de que los niños debían cerrar su ciclo. Tomó un avión y regresaron al DF. Sin embargo, no se había atrevido a pararse en el lugar del accidente . Justo al mes de lo ocurrido, el 4 de diciembre, le comentó a Margarita Zavala que quería ir a rezar, llevar veladoras y flores a la zona de desastre. Ella le respondió: “Permíteme acompañarte”. La Primera Dama dio aviso de la visita y de inmediato el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, mandó a unos técnicos a que le explicaran detalladamente a Marigely lo que había pasado. “Fue un momento durísimo, pero sí me ayudó saber cómo había sido”, cuenta ella. ¿Crees que fue un accidente? Sí, estoy convencida. Me da mucha tranquilidad pensar que así fue. ¿Estás satisfecha con las investigaciones que se han llevado a cabo? Sí, me han informado todo el tiempo. ¿Qué opinas de la teoría de que Juan Camilo venía piloteando el avión? Es una mentira, es totalmente falso. Ya no sé si reírme. Él jamás lo hubiera hecho. Viajé infinidad de veces con él en aviones particulares y nunca tuvo esa inquietud ni tomó clases. Hasta puedo decir la posición en la que iba y el asiento en el que se sentaba. Leía un libro o iba hablando por su BlackBerry. ¿Sabes de dónde salió esa versión? No sé en qué se basan para suponerlo. En la famosa grabación que salió en todos los medios, se escucha muy clara su voz. Hay una parte que dice: “¿Qué pasó, Muti?”; en realidad eso es: “¿Qué pasó, Monti?” Se está refiriendo a Miguel Monterrubio, al que le llamaban Monti y que viajaba con él. Era la voz de Juan Camilo y sonaba muy calmada. Me dio mucha tranquilidad saber que no hubo dolor o sufrimiento. Combatía la inseguridad y el narco, ¿tuvo algún tipo de amenazas? No, nada. Y jamás tuvo miedo de eso, estaba muy tranquilo. ¿Alguna vez platicaste con él de que algo le pudiera pasar? No y nunca tuve ese temor en toda su vida política. Cuando tenía como 24 años sufrió un secuestro de dos días, todavía éramos novios, y pensé que definitivamente a quien le toca eso ya no le puede pasar algo más. Se decía que Juan Camilo dejaría Gobernación, ¿qué de cierto hay en esto? Él no tenía ningún plan de dejar la Secretaría a menos que el Presidente se lo pidiera.