En el corazón del JW Marriott Mexico City Polanco, Tahona Mezcal Room presentó su más reciente experiencia sensorial: un menú Omakase inspirado en el cine mexicano. En un ambiente íntimo y cuidadosamente diseñado para rendir homenaje a la cultura y los destilados de maguey, el evento reunió a invitados especiales, entre ellos Valentina y Mario Moreno del Moral, nietos del legendario Cantinflas. Esta innovadora propuesta transforma cada platillo y coctel en un tributo a cinco películas icónicas, y aquí te platicamos sobre cada uno de ellos para que, además de despertar tu apetito, conozcas las películas mexicanas que sí o sí tienes que ver.
En compañía de nietos de Cantinflas, Tahona mezcal room presenta su menú omakase

Conocimos el menú omakase de Tahona mezcal room junto a los nietos de Cantinflas
Inspirado en cinco películas que han dejado una huella imborrable en la historia del cine nacional, el nuevo menú Omakase de Tahona Mezcal Room propone un recorrido gastronómico y cinematográfico como nunca antes lo hemos visto, en el que cada platillo y coctel son una oda al espíritu mexicano.
La experiencia inicia con Macario, un clásico que reflexiona sobre la vida y la muerte. El platillo, un sope de maíz criollo con chorizo de Wagyu, frijoles refritos, queso de cabra y lechuga con emulsión de limón, se marida con el coctel “Entre la tierra y el cielo”, evocando la espiritualidad que permea la obra.

Le sigue Como agua para chocolate, una historia de amor y cocina que se traduce en una delicada enchilada de codorniz en mole blanco de piñón y leche de tigre, con aceite de habanero. El cóctel “Codornices en pétalos de rosas”, mezcla de mezcal fatwash de mantequilla, rosas tatemadas y Drambuie, encapsula la pasión que arde en cada escena de esta icónica película.
En homenaje a Frida, película de Salma Hayek que rinde homenaje al icono del arte y la resiliencia, se presenta una tlayuda con asiento de avellana, puré de hongos y róbalo curado con cítricos, maridada con un coctel que fusiona espadín, piña, tuna verde y miel de agave. Un tributo a la intensidad y el colorido de la vida de Kahlo.
Con Amores perros, la narrativa se vuelve más cruda. Un taco de canasta falso de pato confitado sobre salsa de calabaza encurtida y cebolla de cambray asada, acompañado de un cóctel robusto con tequila, mezcal, cerveza báltica y cereza, representa la pérdida, el caos y la conexión humana.
La noche culmina con un poco de comedia clásica en Ahí está el detalle. El postre, un cannoli de pistache, chocolate blanco y rompope, se sirve con un coctel cremoso de espadín, limón amarillo y coco, cerrando el menú con humor y dulzura, como lo haría el Cantinflas.

Más allá del Omakase, Tahona ofrece una carta con alrededor de 30 etiquetas de mezcales artesanales y ancestrales, provenientes de Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Durango, Sonora, Guanajuato y más. También cuenta con otros destilados como raicilla, sotol, bacanora, tuxca y vinos de maguey, todos seleccionados con atención al detalle y respeto por la tradición.
Cada experiencia en Tahona es guiada por un experto en mezcal que lleva a los visitantes a descubrir las historias y procesos detrás de cada etiqueta. Diseñado para grupos pequeños, el espacio ofrece una atmósfera íntima, ideal para quienes buscan una conexión auténtica con la cultura mexicana.
En Tahona Mezcal Room, cada bocado es un homenaje, cada trago una narración. Y ahora, con su menú inspirado en el cine, cada visita se convierte en una película vivida desde el paladar.