Este espacio, liderado por el apasionado y creativo José Ignacio C. Remirez, es mucho más que un restaurante, es una experiencia gastronómica diseñada para que cada visita sea única. Y quién mejor que él mismo para contarnos todos los detalles.
José Ignacio nos platicó a fondo su más reciente proyecto, el cual combina su herencia personal y su amor por la comida. Inspirado por los recuerdos de su infancia y la rica tradición italiana, La Romana se presenta como un lugar versátil donde, sin importar la hora, siempre habrá algo para sorprenderte.
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De los recuerdos a la mesa: la inspiración detrás de La Romana
Cuando le preguntamos sobre su entrada al mundo gastronómico, José Ignacio nos cuenta que todo comenzó en la cocina de su abuela. "Ella me enseñó el amor por compartir la mesa sin siquiera saberlo", nos platica. Desde aliñar una ensalada hasta ayudar con la famosa tortilla de patatas, ahí nació su pasión por la comida y el servir.
Pero, ¿qué es exactamente La Romana? José Ignacio lo describe como una barra que te recibe desde las siete de la mañana, donde el café y el pan recién hecho serán las estrellas. A lo largo del día, el espacio se transforma: terrazas, libreros llenos de arte y literatura, y una barra perfecta para un vermouth o una burrata con amigos. "Es un lugar que cambia contigo, según el momento del día", asegura el chef.
Así que no importa a qué hora vayas, siempre encontrarás algo que te hará querer quedarte un rato más.
"Siempre me ha fascinado la cultura italiana", nos confiesa José Ignacio. Roma, con su historia y su simbología, es una de sus ciudades favoritas y de ahí surge el nombre de este nuevo proyecto que promete enamorar a todo aquel que cruce sus puertas.
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Lo que hará a La Romana tan especial
"Lo más importante para mí es la calidad", afirma José Ignacio. Desde un café perfectamente hecho hasta un croissant de almendra que te hará viajar, cada detalle ha sido minuciosamente curado. Pero eso no es todo. Si llegas por la tarde para un aperitivo, no querrás irte después de probar sus deliciosos platillos acompañados de un buen vino.
"Es un espacio que evoluciona a lo largo del día, creando una experiencia distinta cada vez que vienes", nos cuenta.
El perfeccionismo de José Ignacio se nota en cada rincón de La Romana. Desde elegir los materiales hasta decidir qué planta va en cada maceta, cada paso del proceso ha sido una labor de amor. "Me encanta cuidar cada detalle, es lo que hace que todo cobre sentido", explica.
Y claro, lo que más disfruta es ver a sus clientes regresar con una sonrisa en el rostro, sabiendo que ha logrado crear un lugar que ya es parte de sus vidas.
El diseño del espacio, un rincón para escoger
Después de horas de moodboards y bocetos, el resultado final es un espacio con varios ambientes, desde una terraza interna donde puedes disfrutar de la lluvia sin mojarte, hasta rincones perfectos para trabajar o leer, rodeado de arte y vegetación.
"Quiero que la gente pueda elegir su rincón favorito, ya sea para tomarse un café, leer un buen libro o compartir una comida especial", comenta José Ignacio.
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El platillo estrella que no te puedes perder
Aunque José Ignacio no se decanta por un solo platillo, sugiere algunas delicias imperdibles. "Un ristretto con un tourbillon de queso mascarpone y caramelo salado es una forma perfecta de empezar el día. Y si vienes más tarde, un pain perdu con puré de frutos rojos o un plato de parmesano con pinot grigio siempre son una buena idea". Pero al final, la decisión está en ti. La Romana está diseñada para que cada quien encuentre su favorito.
La Romana abrió sus puertas el pasado 14 de octubre en la calle Oaxaca 95, en la colonia Roma. ¿Estás listo para descubrir tu nuevo lugar favorito en la ciudad?